domingo, 20 de enero de 2019

Resistencia bacteriana a antibióticos ¿Es posible una era post-antibiótica?


RESISTENCIA BACTERIANA A ANTIBIÓTICOS 
¿ES POSIBLE UNA ERA POST-ANTIBIÓTICA? 

 PEDRO OSORIO MEZA
UNIVERSIDAD DE SANTIAGO DE CHILE
INGENIERÍA ESTADÍSTICA
TÉCNICAS DE LA EXPRESIÓN ORAL Y ESCRITA 


Resistencia bacteriana a antibióticos
 
Los antibióticos, según la Real Academia de la Lengua Española (RAE), son “sustancias químicas producidas por un ser vivo o fabricadas por síntesis, capaces de paralizar el desarrollo de ciertos microorganismos patógenos por su acción bacteriostática, o de causar la muerte de ellos, por su acción bactericida”. Estos son utilizados en el tratamiento contra infecciones bacterianas, por lo que también se les conoce como antibacterianos, siendo uno de los grandes logros de la medicina moderna. Sin embargo, su uso indiscriminado, sumado a una reducción en el descubrimiento de nuevos antibióticos, ha aportado a que las bacterias desarrollen distintos mecanismos de resistencia que les permitan poder sobrevivir a sus efectos (OMS, 2016).  

La resistencia bacteriana a antibióticos puede ser natural (intrínseca), la cual es propia y característica de cada familia, especie o grupo bacteriano, en donde los genes de resistencia se encuentran presentes en el cromosoma, o adquirida, es decir, cuando aparecen en una especie bacteriana, naturalmente sensible a un determinado antibiótico, cepas resistentes a éste (Olivares et al., 2013). Estos nuevos mecanismos de resistencia pueden ser obtenidos mediante mutaciones o mediante la transferencia de material genético entre especies relacionadas o diferentes (Alekshun y Levy, 2007, Blair et al., 2015). 

Actualmente, la resistencia a antibióticos constituye una de las mayores amenazas para la salud pública, de tal manera que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha pronosticado una “era post-antibiótica”, en la que infecciones comunes volverían a ser potencialmente mortales si no se cambia la forma de producir, prescribir y utilizar estos fármacos (OMS, 2016). Es por esto, que el presente ensayo trata de concientizar a la comunidad sobre esta problemática mundial, la que puede afectar a cualquier persona, sin importar sexo ni edad, y que requiere de medidas urgentes para poder hacerle frente. 

Magnitud del problema

En el 2015, la OMS se planteó idear un plan de acción global para combatir la resistencia bacteriana a antibióticos, al registrarse un notable aumento en los niveles de resistencia para con variadas infecciones bacterianas, tanto en los países de ingresos altos como en los de ingresos bajos, apuntando, de esta manera, a concientizar y educar a la población sobre el tema, optimizar el uso de los antibióticos, reducir la incidencia de infecciones intrahospitalarias y disminuir la diseminación de los microorganismos resistentes.

Es así, como se creó el Sistema Mundial de Vigilancia de la Resistencia a los Antimicrobianos de la OMS, denominado GLASS por sus siglas en inglés, el cual incluye actualmente 52 países (25 de ingresos altos, 20 de ingresos medianos y 7 de ingresos bajos). GLASS, inicialmente, está involucrado en la recolección de información sobre los sistemas nacionales de vigilancia de cada país inscrito, con el fin de trazar un panorama más completo sobre los patrones y tendencias de la resistencia a los antimicrobianos, lo que podría ayudar con la planificación de los servicios de diagnóstico y tratamiento, conocer la eficacia de las intervenciones efectuadas y determinar pautas eficaces de medicación para frenar y evitar esta problemática.  

Según los datos aportados por los países que se encuentran inscritos en el GLASS se determinó que la resistencia bacteriana a penicilina, uno de los antibióticos betalactámicos más utilizados durante décadas para tratar la neumonía en el mundo, oscilo entre un 0% y un 51% (OMS, 2018). Además, entre un 8% y un 65% de las muestras de Escherichia coli, bacteria que causa infecciones en las vías urinarias, presentaron resistencia a ciprofloxacino, principal antibiótico utilizado para el tratamiento de estas infecciones (OMS, 2018).

La OMS también publicó una lista de los «patógenos prioritarios» resistentes a antibióticos, en la que se incluyen las 12 familias de bacterias más peligrosas para la salud humana, con el fin de guiar y promover la investigación y el desarrollo (I+D) de nuevos antimicrobianos que respondan a las necesidades urgentes de la salud pública. El grupo de prioridad crítica consiste en bacterias multirresistentes que pueden provocar infecciones graves y a menudo letales, como infecciones de la corriente sanguínea y neumonías, tales como: Acinetobacter, Pseudomonas y varias Enterobacterias (Klebsiella, E. coli, Serratia y Proteus), (OMS, 2017). 

Por otra parte, Chile no se encuentra exento de este problema, por lo que creó un plan nacional para combatir esta problemática, encontrándose dentro de las medidas asignadas: acciones de prevención, comunicación y educación sobre el tema a la comunidad, sistemas de vigilancia en el control de infecciones y uso de antibióticos, desarrollo de nuevos medicamentos, formación y capacitación de profesionales y técnicos, entre otras (Yáñez, 2017).

¿Cómo nosotros podríamos prevenir esta problemática?  
 
Previniendo las infecciones mediante una buena higiene, evitando el contacto con personas enfermas y manteniendo las vacunas al día. 
Usando antibióticos solo cuando un médico lo indique y lo recete, evitando auto medicarse.
Siguiendo las indicaciones del médico, finalizando siempre el tratamiento tal cual fue recetado. 
No usando antibióticos que sobraron de un tratamiento anterior, ni compartiéndolos con otras personas.
No comprando antibióticos en lugares no autorizados (ferias libres, negocios, vía publica, etc.)
  Administrando adecuadamente y bajo supervisión veterinaria, los antibióticos en animales de producción de alimentos y mascotas.
Investigando, desarrollando y descubriendo nuevos antimicrobianos. 

Conclusiones 
 
Debido a la indiscutible relevancia que ha adquirido en la salud mundial la resistencia bacteriana a antibióticos, se hace completamente necesario el descubrimiento y desarrollo de nuevos fármacos, además de prestar atención a las consecuencias que nos podría traer el no acabar adecuadamente un tratamiento con antibióticos o el abusar de ellos, siendo importante crear campañas de educación que conciencien a la gente de los pros y contras de los antimicrobianos, incentivando a la población a un correcto uso de estos.

Referencias 
 
Alekshun, M. N., Levy, S. B. (2007). Molecular mechanisms of antibacterial multidrug resistance. Cell, 128 (6), 1037 – 1050. Doi: 10.1016/j.cell.2007.03.004

Blair, J. M., Webber, M. A., Baylay, A. J., Ogbolu, D. O., Piddock, L. J. (2015). Molecular mechanisms of antibiotic resistance. Nat Rev Microbiol., 13 (1), 42 - 51. Doi: 10.1038/nrmicro3380 

Olivares, J., Bernardini, A., Garcia-Leon, G., Corona, F., Sanchez, M. B., Martinez, J. L. (2013). The intrinsic resistome of bacterial pathogens. Front Microbiol., 4, 1 - 15. Doi:10.3389/fmicb.2013.00103 

OMS (Organización Mundial de la Salud). (2016). Resistencia a los antimicrobianos. Recuperado de: http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs194/es/ 

OMS (Organización Mundial de la Salud). (2017). La OMS publica la lista de las bacterias para las que se necesitan urgentemente nuevos antibióticos. Recuperado de: http://www.who.int/mediacentre/news/releases/2017/bacteria-antibiotics-needed/es/ 

OMS (Organización Mundial de la Salud). (2018). Datos recientes revelan los altos niveles de resistencia a los antibióticos en todo el mundo. Recuperado de: http://www.who.int/mediacentre/news/releases/2018/antibiotic-resistance-found/es/ 

Yañéz, C. (27 de agosto de 2017). Chile crea plan nacional para combatir resistencia a antibióticos. La Tercera. Recuperado de: http://www.latercera.com/noticia/chile-crea-plan-nacional-combatir-resistenciaantibioticos/

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