Richard Riquelme Escobar
Ingeniería Matemáticas
Está
claro que la sociedad actual se encuentra inmersa en un mundo de cambios y de
constante actualización, en la cual los avances son de diversos tipos, como lo
son en el ámbito del pensamiento humano filosófico, la política, los avances
tecnológicos, las relaciones interpersonales, etc. A pesar de aquello, no se
puede dejar de mencionar que aún existen falencias en una gran cantidad de
temas que involucran a una parte de la población, como lo es, la vulnerabilidad
social, la cual se refiere a “la desprotección de un grupo cuando enfrenta
daños potenciales a su salud, amenazas a la satisfacción de sus necesidades y
violación a sus derechos por no contar con recursos personales, sociales y
legales.” (Ruiz, N. 2012) y la cual afecta una cantidad de personas
considerables en el día de hoy.
La
finalidad de este documento es dar cuenta de los factores que propician la
vulnerabilidad social en un grupo etario que es afectado a gran escala debido a
su poca capacidad de acción frente a las circunstancias en las que se
encuentre, en este ámbito es que se refiere al grupo del adulto mayor.
Basado
en lo anterior, principalmente existen tres factores que afectan a la población
mayor en cuanto a su vulnerabilidad, los cuales son, las redes de apoyo
familiar, la situación económica y las morbilidades que puedan presentar o que
estén expuestos a desarrollar. Estos elementos serán presentados, analizados y
fundamentados en el posterior desarrollo del documento.
Habitualmente,
se considera que la mayoría de los adultos mayores viven en una constante
situación de riesgo, esto es debido que existen una serie de determinantes que al
encontrarse afectas los posicionan en esta situación, como lo son los recursos
económicos, las redes de apoyo tanto familiares como de conocidos y el ámbito
de la salud.
Según la
OMS, hacia el año 2020 la población aumentará de 650 millones a 2000 millones
de adultos mayores en el mundo. Por otra parte, de 48 millones de adultos
mayores en el año 2005 (8.8%) de la población se llegará a 114.5 millones en el
2030 (16.3%) en Latinoamérica. Sumado a esto, en Chile, según el INE (instituto
nacional de estadísticas en Chile) la población correspondiente a los adultos
mayores del año 2017 representó el 11,4%, lo que significaría un incremento de
casi el doble de este grupo etario durante los años1992 y 2017.
Además
de esto, para el año 2020 se espera un incremento de la población adulta mayor
del 17,3%. Basado en lo anterior es importante hacer un hincapié en el futuro
aumento de la población mayor, por lo que es aún más relevante valorar la
posible vulnerabilidad social que llegue a presentar este grupo etario.
Para el adulto mayor, las
redes de apoyo constituyen fielmente una motivación al momento de sobrellevar
su día a día. Sobre todo, porque es en esta etapa en donde comienzan a depender
de las demás personas para realizar sus trámites y actividades diarias, que van
desde lo más simple como lo es vestirse, hasta cosas más complejas como acudir
a un centro médico para recibir atención en salud requerida y de vital
importancia.
En una encuesta realizada el
año 2015 por Fondef, la cual fue dirigida a un grupo de 181 personas mayores a
los 65 años, se dio a conocer una serie de percepciones que presentan estos
adultos mayores en base a sus redes de apoyo, en donde el 53,4% asegura tener a
alguien que los acompañe al momento de ir al médico. Así mismo, un 56,4% de
ellos dice tener al menos una persona que los comprenda real y emocionalmente. Y,
por otra parte, solo un 52,6% afirma contar con una persona que lo ayude en
situación de enfermedad. Basado en lo anterior, se deja en clara evidencia la
falencia que existe en el cuidado y preocupación hacia los adultos mayores.
Esto repercute de forma
negativa en la población estudiada, debido que, al no contar con las redes de
apoyo suficientes y necesarias, los adultos mayores se ven cada vez más
expuestos a riesgos y factores que desencadenen su vulnerabilidad, ya sea por
su falta de autocuidado (la cual no son capaces de sobrellevar por sí solos), o
por falta de compañía, lo que los lleva a sentirse solos y traer posibles
consecuencias psicológicas que constituyen un riesgo para ellos.
Por otro lado, los adultos
mayores se ven vulnerados al no tener los suficientes recursos económicos para
poder sobrellevar sus necesidades. Según la encuesta CASEN 2013, existe un
27,6% de adultos mayores (60 años o más) que realizan alguna actividad o trabajo
en el cual reciben una remuneración para poder sustentarse. Así mismo, esta
encuesta dio a conocer la cifra de adultos mayores que recibe una jubilación
y/o pensión, la cual corresponde a 1.159.626 de un total de 2.885.157, junto
con esto, cabe destacar que el promedio de pensión/jubilación que recibe cada
miembro de este grupo etario corresponde a $137.707.
Sabiendo que menos de la mitad
de la población mayor obtiene ingresos por pensión/jubilación, y que, más aún,
la remuneración que reciben estas pocas personas es un monto bajo, se puede
observar claramente que no es suficiente para sustentar todas las necesidades y
requerimientos del adulto mayor. Sumado a esto, y como método de sobrellevarlo,
los adultos mayores se ven en la obligación de salir a buscar trabajo, lo que
interrumpe totalmente son su ciclo vital y calidad de vida, en la cual deberían
solo preocuparse de descansar del trabajo y tener actividades diferentes, a las
que no se vean obligados tan solo por falta de recursos, sino que más bien como
forma y elección de vida para su última etapa. Además de esto, el trabajo del
adulto mayor agota sus capacidades más básicas que ya por el momento de su
ciclo de vida se encuentran deterioradas de por sí, lo que provoca el
desarrollo de algunas enfermedades crónicas o agudas, agotándolos física y
psicológicamente, produciendo lamentablemente esta vulnerabilidad.
Finalmente, es necesario
destacar la importancia de las morbilidades y ocurrencias de salud que puedan
afectar a los adultos mayores en su vida cotidiana.
Según un estudio de la
Facultad de Economía de la Pontificia Universidad Católica de Chile, los
adultos mayores son el grupo etario que mayor gasto realiza en cuanto a salud,
liderando con un porcentaje de 17,5% de todos los grupos etarios. Por otro
lado, el estudio declara que aproximadamente entre los 65 y 75 años cada adulto
mayor presenta 4,6 condiciones crónicas por personas, a esto se le suma las
enfermedades agudas que son constantes y que debido a su bajo nivel de
inmunidad que ellos presentan, son más susceptibles a contraer. Esto indica
claramente las bajas condiciones y el riesgo en torno a la salud que
manifiestan los adultos mayores, los cuales se ven altamente perjudicados,
inhibiendo sus capacidades de enfrentar el día a día y a todo tipo de
actividades que requieran o necesiten por esta falta de salud, poniéndolos bajo
circunstancias de vulnerabilidad y de poca estabilidad.
El adulto mayor vulnerable se
constituye por una serie de factores que logran encasillarlo en esta condición,
factores que a simple vista parecen fáciles de sobrellevar, sin embargo, cuando
se observan minuciosamente, es posible valorar de mejor manera los efectos que
éstos tienen en este grupo etario. Por esto mismo, es que es de vital
importancia tomar consciencia de la precaria situación que viven los adultos
mayores de la población. Está claro que los factores económicos y de salud son
un tema serio y que afectan absolutamente en el desarrollo de la adultez mayor;
por una parte, estos son un poco más difíciles de abordar debido a la necesidad
de agentes externos que actúen para poder mejorar estas condiciones. Si bien,
las redes de apoyo de los adultos mayores no conforman una necesidad totalmente
básica, pueden llegar a afectar a estos individuos aún más que la falta de buen
nivel económico o de salud física, por lo que es relevante estar pendiente de
la compañía y la presencia familiar que ellos presenten o que necesiten, ya que
éstos los hacen muy vulnerables psicológicamente. Basado en esto, resulta de
suma importancia y necesario realizar planes de acción para poder tomar medidas
en estos casos de deficiencias en los factores; por un lado, resulta difícil
cambiar esta situación, ya que la mayor parte de los factores requiere de la
intervención de agentes externos para la solución de aquello que mantiene
vulnerable a una gran parte de la población del adulto mayor, sin embargo, la
preocupación que la población individualmente pueda tener hacia ellos resulta
de vital importancia a la hora de hacer el mínimo cambio positivo mientras los
problemas se llevan a grados mayores.
Bibliografia:
- · http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0188-46112012000100006
- · https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?pid=S0719-367X2016000100006&script=sci_arttext
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- · https://www.camara.cl/pdf.aspx?prmID=63048&prmTIPO=DOCUMENTOCOMISION
- · https://www.cepchile.cl/cep/site/artic/20160303/asocfile/20160303184534/rev63_aedo.pdf
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