viernes, 18 de enero de 2019

Injusticias a nuestras raíces.

Diego Chamorro 
Ingeniería Estadística 
Profesora: Mabel Roberts 

El pueblo mapuche es procedente de América del sur. Se comunican utilizando una lengua común, el mapudungún. Se distinguen en diferentes grupos según su zona de origen: En el sur se encuentran los Huilliches, al norte podemos encontrar a los Picunches, y al este a los Pehuenches. Las bases de su provisión y alimentación son la caza y la recolección de frutos.
Desde siempre las tierras les han pertenecido a los pueblos mapuches. Estos disfrutan de los beneficios de ellas y las han cuidado mucho, al punto de pedirles permiso para poder cultivar, para poder extraer sus frutos, para que les brinden muchas cosechas, etc. Tanto como los pueblos mapuches se encargan de proteger las tierras, estas a su vez también responden, es decir, ellas sustentan a cada uno de los mapuches y las generaciones venideras de estos.
Pero hay una gran amenaza hacia estos pueblos aborígenes y sus tierras, lleva por nombre “Estado”, el cual desde hace más de 300 años ha tratado de quitarle las tierras con la excusa de que ellos le brindarán una mejor administración y utilidad al territorio que los nativos ocupan. No solo es el estado: también hay otros enemigos que están en una estrecha colusión con el gobierno. Estos antagonistas son las empresas, en específico las forestales. Con esta amenaza las tierras se han visto invadidas no solo por el gobierno nacional, sino que también por gobiernos internacionales, como los de Italia, Francia, Alemania, etc. Como este procedimiento fue lento y complejo, se permitió la ocupación ilegal de territorios por parte de particulares, que se apoderaron de las tierras mapuches y en breve las pusieron a su nombre, dejando así a los pueblos con menos del 5% del territorio que poseían. Ellos se vieron forzados a vivir en espacios más pequeños, lo que trajo consigo conflictos internos por diferencia de opinión y una creciente decadencia de su sociedad.
Todo el proceso anteriormente mencionado se llevó a cabo con un alto grado de violencia e injusticia. Yo me pregunto ¿Existe justicia en la expropiación de las tierras mapuches? ¿Qué beneficios trajo la expropiación de tierras a los pueblos originarios y al país en sí? En mi opinión el estado actuó de manera despiadada, usurpó tierras que pertenecían a nuestros pueblos originarios, argumentando que los nuevos proyectos traerían mejoras en la calidad de vida de quienes habitan en el sector de la Araucanía. Pero esto no fue así. El estado se apoderó de tierras ajenas para vendérselas a privados europeos, los que no tardaron en instalarse en dichos terrenos con empresas forestales, con las que explotan las tierras sin cesar.
En primer lugar, el estado traspasó tierras expropiadas a familias adineradas del extranjero, interesadas en comprarlas para imponer sus empresas en los territorios nacionales, pero ¿a cambio de qué? A cambio de muertes, a cambio de robarle las riquezas culturales a un país, a cambio de condicionar a miles de sobrevivientes a habitar en espacios sumamente ínfimos en comparación a los que tenían desde un principio. Con significante apatía trataron las autoridades a los pueblos nativos y toda la nación guardó silencio, con eso damos a conocer que estamos de acuerdo con lo sucedido y con lo que está pasando actualmente con las personas que viven día a día el conflicto de la Araucanía.
El estado de cada país representa a todos sus habitantes, tanto en territorios nacionales como en los extranjeros. Por lo tanto, debe ser una autoridad ejemplar y respetable, y en párrafos anteriores nos encontramos con un gobierno sumamente distorsionado en comparación a lo que debería ser. Si la organización con mayor autoridad de la nación actúa de una manera poco transparente, ¿Qué podemos esperar de la sociedad en sí? Sin duda todos los empleados que aceptaron trabajar en las empresas forestales no tienen culpa en este conflicto, ya que estos solo buscaban la manera de sustentar a sus familias de una manera digna.
Sin embargo, hay personas que están de acuerdo con el proceder del estado, ya que estos pueden apreciar los cientos de trabajos nuevos, propiciados por las empresas forestales. Esto lo podemos ver en el documental de Erika Riquelme V.: “En cuanto a empleos, según el INE, 13.242 personas en la región trabajan en el sector forestal.” (Erika Riquelme V., 18 de junio del 2002, video visto en http://www.mapuche.nl/espanol/forestal10206.htm). La expropiación de la Araucanía por muchos chilenos no es vista como algo injusto, ya que los mapuches dicen que las tierras les pertenecían porque desde siempre han habitado en ellas y que generación tras generación se ha mantenido de esa manera, y en la capital cientos de familias han sido expulsadas de sus viviendas sin derecho a “pataleos” o reclamos por distintos motivos, y no se han realizado movimientos, ni múltiples quejas por tales hechos. Entonces, ¿Por qué darles importancia a ciertos habitantes, mientras que a otros no se les da ni el más mínimo alcance?
Además, las empresas forestales son bien vistas por gran parte del país, ya que son unas de las principales contribuyentes a la economía nacional, tomando el segundo lugar de mayores ingresos después del cobre.
No obstante, no podemos dejar que unos simples datos estadísticos nos engañen. Si bien estas industrias han aportado económicamente al país, son más los perjuicios que los beneficios que estas compañías han podido brindarle al país.
Como pudimos ver, hay diversos argumentos a favor y en contra de las empresas forestales. También podemos apreciar las contribuciones y los perjuicios que traen a nuestro país, pero no podemos hacer vista gorda ni renegar un problema que ha atormentado al mundo entero y en específico a nuestro país. Ese problema lleva por nombre “Medio Ambiente”, y las industrias forestales son un gran ultimátum para este, de tal manera lo apoya el diario Universidad de Chile: “Diversas organizaciones internacionales sostienen que los bosques nativos o plantados contribuyen a mitigar el efecto invernadero porque purifican el aire y el CO2” (Diario Universidad de Chile, 21 de febrero del 2015, párrafo 4).
Lo anterior secunda lo planteado en mi tesis. Cuando declaré que las empresas forestales una vez instaladas en territorios de la Araucanía, destruyeron y explotaron dichas tierras sin cesar.
A pesar de todo, los habitantes de las regiones donde se instalaron las empresas forestales están muy en desacuerdo con que estas son un gran aporte al país. Así lo afirma Erika Riquelme V.: “Si lo medimos en términos de imagen, la verdad es que la actividad forestal no es bien vista por la mayoría de los habitantes de la región ya que se les acusa de depredadores del bosque, de contaminadores de suelos, de destrozadores de caminos y, ni siquiera, el hecho de que generan empleos satisface, porque se señala que es gente que las empresas traen desde otras regiones”. (Erika Riquelme V., 18 de junio del 2002, video visto en http://www.mapuche.nl/espanol/forestal10206.htm).
Además estos no son los únicos descontentos con las empresas forestales, sino que también lo están las mismas “PYMES” que trabajan en el área forestal, ya que estas solo pueden manipular menos del 20% de la producción total, la cual tiene que dividirse en más de 600 empresas pequeñas, de esa manera lo afirma el diario Universidad de Chile: “De acuerdo a los datos recopilados, entre los meses de enero y agosto de este año, el 78.7% de las exportaciones corresponden a dos grupos empresariales: Angelini y Matte (…). Este duopolio no solo reporta exorbitantes ganancias para las familias ya mencionadas, sino que se traduce en trabas y una serie de trastornos para las pymes y las comunidades donde se emplazan”. (Diario Universidad de Chile, 21 de febrero del 2015, párrafo 3 y 7). Muchos son los afectados con las empresas forestales y alguien debe poner un alto, pero el problema está en que el estado está de parte de estas grandes amenazas, convirtiéndolo así, en uno más.
Finalmente, podemos decir que el estado es una organización poco transparente, que no cumple su principal función, que es velar por los intereses del país. Además, colaboró con la actual pertenencia de tierras de las empresas forestales, impuestas en la Araucanía, tras quitárselas a los pueblos originarios y vendérselas a los privados europeos. Pero no todo es negativo para estas empresas, ya que hay miles de personas contentas por las oportunidades laborales que estas les brindan, también estas han podido dar pie a que múltiples PYMES que trabajan las maderas puedan surgir. Un tema que da mucho que hablar es el perjuicio que hacen las empresas forestales al medio ambiente, el cual se debe a las grandes cantidades de hectáreas en las que se plantan pinos y eucaliptos, los cuales contribuyen a que los suelos se sequen y pierdan su humedad natural, también estas plantaciones colaboran con los bruscos cambios climáticos.
Cuando ocurre un atropello como el que se desarrolló a lo largo de la investigación, se suele actuar frente a este, llevándolo a tribunales, o simplemente tomando justicia por las propias manos, como vimos anteriormente los mapuches decidieron hacerlo de la mejor manera posible, hablando, llegando a acuerdos, haciendo valer lo que alguna vez el estado le prometió y le garantizó y en los títulos a merced, solo falta que sean escuchados.

Bibliografía: 



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