Catalina
Cariceo
Ingeniería Matemática
La
encarnación es uno de los principales fundamentos del cristianismo, ya que es
el momento en que el Verbo Divino se hace hombre, encarnándose en el vientre de
María mediante la gracia del Espíritu Santo. De esta manera, se asume la naturaleza
humana de Dios como Jesús, el mesías.
La
humanización de Dios Padre es uno de los principales fundamentos de la iconografía,
es decir, “un conjunto de imágenes
relacionadas con un personaje” (Oxford
Dictionaries) .
Estas representaciones llamadas íconos, son imágenes culturales que rinden
culto a figuras religiosas importantes. Debido a esto, se les reconoce un
carácter sagrado, por lo que las materialidades con las cuales se trabajaba tenían
que ser elegidas con sumo cuidado.
En el
periodo del Imperio Bizantino con León III al mando (año 730), se dio inicio la
querella iconoclasta, al ser prohibida la representación de figuras divinas en pinturas
debido a que eran consideradas una herejía. En relación con lo anterior,
Schönborn (1999) afirma lo siguiente: ´´En las investigaciones más recientes se
sostiene sin embargo la opinión de que la iglesia antigua no defendía en
absoluto un cristianismo puramente espiritual, del todo -ajeno al arte-. Es verdad
que la veneración de las imágenes en la Iglesia antigua aparece más bien en el
ambiente de los círculos heréticos´´.
La creación
artística religiosa es censurada en la iglesia Oriental. El retrato sería la
imagen de Jesús y el crío serían todos los cristianos que veneraban el hecho de
saber que Dios, había estado entre nosotros como un humano. Estas obras de arte
con alto valor histórico y estético no solo fueron prohibidas, sino que,
también destruidas por los iconoclastas, quienes consideraban esto un
sacrilegio. Pero, esta carga hereje que se le atribuye a la iconografía,
¿Proviene directamente de la palabra de Dios? ¿O es una forma tergiversada del
mensaje original de Cristo?
Los
iconódulos defienden la idea de que Dios creó al hombre a su imagen y semejanza,
por consiguiente, los seres humanos por naturaleza tienen la facultad de crear
imágenes, es decir, privarle a la humanidad de sus dotes significaría estar
negando un don divino que le ha sido otorgado al hombre.
Por
otra parte, la iconografía está fundamentada con la encarnación, debido a que
Jesús, es la imagen de Dios Padre, quien se ha hecho un ser sensitivo en el
mundo de los hombres. Precisamente esta relación es la que se da entre un Santo
(el prototipo) y su ícono (imagen representativa). De esta manera no se incurre
en la idolatría, ya que el ídolo, no tiene prototipo.
Negando
la validez de los íconos, se estaría rechazando la Encarnación, debido a que en
la pintura no se busca representar la divinidad invisible, sino la carne
palpable de Dios, es decir, no se representa la esencia misma sino la
existencia concreta. Es por esto que los iconos tienen una determinada estética
reconocible, en la cual el propósito no es representar la naturaleza como tal,
sino establecer un encuentro entre la realidad recreada y la realidad del
espectador-creyente mediante la apelación de los sentidos a través ciertas
técnicas “como la sustitución de la
anatomía por una fuerte geometrización del cuerpo humano ― la cual, como hemos
apuntado, es atribuida a la expresión de la «santidad» por la denominada
«teología del ícono»” (Aguirre, 2017).
Otras
técnicas también fueron los principales fundamentos plásticos del ritmo de los
íconos bizantinos tienen que ver con: El “Esquema Cruzado”, lo cual provoca que
se capte un movimiento en la imagen. Karouzos (citado en Schönborn, 1999) fundamenta esta afirmación
diciendo que “la figura inmóvil provocada
(…) ha sido dispuesto de tal modo que da la sensación de que el movimiento se
genera a cada momento ante nosotros y no que se detuvo en un punto casual.”
Además,
se hacía uso de la perspectiva invertida, la cual “proyecta las formas hacia el espacio del espectador” (Aguirre, 2017) , haciendo que quien este
observando, sea partícipe de la obra artística. Busca crear la ilusión de que
el individuo espectador, sienta que está compartiendo tiempo y espacio con los íconos,
pudiendo ser esto una analogía con la Encarnación, es decir, poder revivir el
momento en que los hombres coexistían en una misma realidad con Cristo.
Por
último, en lugar de crear volúmenes en base a la contraposición de claros y
oscuros, se hacía uso de la vibración de colores mediante el contraste de fríos
y cálidos, esto tiene como motivo “una
lógica puramente tonal en el empleo de color y la multiplicación de las fuentes
de luz, operaciones que buscarían superar el claroscuro del mundo carnal para
simbolizar el principal atributo de lo divino: la luz” (Aguirre, 2017) . Lamentablemente,
este gran avance estético en plena Edad Media fue interrumpido de manera
dictatorial producto las ortodoxas convicciones del emperador.
Jesús
se encarnó debido a la necesidad del hombre de tener respuestas, ya que el
humano es un ser sensitivo y debe percibir de alguna forma para incrementar su
fe. Así como fue para los apóstoles convivir con Cristo, es para las siguientes
generaciones la palabra de Dios plasmada en la biblia y las formas de registro
que se llevaron a cabo como lo son los íconos religiosos. Finalmente, si se
prohíbe exhibir la concepción de lo divino mediante las imágenes con el
objetivo de favorecer el entendimiento universal de las creencias, entonces
¿Para quién está realmente dirigida la religión si no es al común de los
hombres?
Bibliografía:
Aguirre, F. (2017). El<< Ritmo>>
como Principio Plástico del Ícono. En F. Aguirre.
https://es.oxforddictionaries.com/definicion/iconografia
Schönborn, C. (1999). El ícono de
Cristo: Una introducciónteológica. Madrid: Encuentro.
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