domingo, 20 de enero de 2019

¿Realmente vemos el cielo?




  • Lucas Ulcen Ascencio
  • Estudiante Ingeniería Estadística



Alguna vez se han preguntado, ¿qué tanto vemos realmente del cielo nocturno en las grandes ciudades? Pues la respuesta es simplemente casi nada y es de lo que abordare en gran parte en esta publicación, y es que hay varios factores que intervienen en este suceso que nos afecta a todos.


Uno de los factores que tiene mayor incidencia en que apenas se pueda visualizar nuestro cielo, es la contaminación lumínica, la cual se define como “el brillo o resplandor de luz en el cielo nocturno producido por la reflexión y difusión de luz artificial en los gases y en las partículas del aire por el uso de luminarias inadecuadas o por excesos de iluminación”. Esta es producida principalmente por las luminarias que tienen un mal diseño luminotécnico, ya que muchas de estas no dirigen apropiadamente la luz provocando que esta se proyecte innecesariamente hacia nuestros cielos, ya sea directamente o reflejándose en el suelo. Pero además es posible debido a falta de sensibilidad de las personas, esto por lo normalizado que esta en nuestra cultura de usar inapropiadamente las luces artificiales, lo cual incluso provoca otro tipo de consecuencias aparte de la contaminación lumínica, como lo es el malgasto energético y económico a causa de un mayor consumo de luz, y afecta negativamente a la fauna nocturna.


El exceso de consumo de luz provoca de manera indirecta y parcialmente otro de los factores que evitan la visualización del cielo, esto a causa de que las centrales eléctricas deben aumentar el gasto de combustible, lo cual trae una mayor producción de gases contaminantes a la atmósfera (responsables del efecto invernadero que aumenta la temperatura media de nuestro planeta), aunque esto puede evitarse con el uso de la energía eólica (producida a partir de la energía cinética generada por turbinas de aire y que es convertida en electricidad, ya que así no se producen gases contaminantes) y de la concientización de las personas acerca del ahorro de uso energético.


Como he mencionado anteriormente, se produce otro de los factores que inciden en la problemática tratada y este son los gases contaminantes, los cuales provocan una especie de “techo” sobre las ciudades ya que en ellos es reflejada casi en su totalidad la luz mal aprovechada, lo cual inhibe la visualización de la luz de las estrellas y de toda la llamada bóveda celeste (la cual se define como una esfera ideal en la cual se mueven los astros).


Si estos factores no se hicieran presentes, el cielo que se lograría apreciar sería muy distinto al que se conoce en las grandes ciudades, más bien se visualizaría como en aquellos lugares alejados de la contaminación, como lo son la naturaleza misma sin intervención de la humanidad o incluso en donde la intervención ha sido para crear instrumentos que permiten el estudio del universo en si (con esto hago referencia a aquellos lugares como los desiertos en donde esta ubicados los observatorios terrestres, ya sean ópticos/infrarrojos o radiotelescopios), gracias a lo despejados que están los cielos de toda contaminación. En aquellos lugares, los únicos factores que tienen la capacidad de afectar la visibilidad son aquellos naturales como las nubes (entre otros) pero que son partes del ecosistema, a diferencia de los producidos por el hombre, los cuales debemos aprender a reducir, no solo para disfrutar de una espectacular vista del cielo (las estrellas, la vía láctea, etc.), sino también para cuidar nuestro planeta y toda vida que habita en él.



Referencias:

No hay comentarios:

Publicar un comentario