Javiera Claverol Ingeniería Estadística
A lo largo de la historia la sociedad en las diferentes culturas ha definido estereotipos de belleza, imponiendo cánones de belleza que están lejos de representar a la mujer ya sea en cuanto a pensamientos, rasgos y el cuerpo en general, llegando a causar en los adolescentes que no se encuentran representados por estos estereotipos, frustración, falta de autoestima o depresión. Al contrario, para quienes quieren llegar a alcanzar estos estereotipos puede generarle altos grados de exigencias, sacrificio y estrés, además de arriesgarse a tener trastornos como anorexia, bulimia o vigorexia.
A lo largo de la historia la sociedad en las diferentes culturas ha definido estereotipos de belleza, imponiendo cánones de belleza que están lejos de representar a la mujer ya sea en cuanto a pensamientos, rasgos y el cuerpo en general, llegando a causar en los adolescentes que no se encuentran representados por estos estereotipos, frustración, falta de autoestima o depresión. Al contrario, para quienes quieren llegar a alcanzar estos estereotipos puede generarle altos grados de exigencias, sacrificio y estrés, además de arriesgarse a tener trastornos como anorexia, bulimia o vigorexia.
La sociedad actual está siendo muy influenciada por la
publicidad que es un factor de los medios de comunicación. La publicidad de hoy
en día muestra los productos como algo que la persona necesita para lo
cotidiano, además de englobar a las personas en un estereotipo y hacer creer
que su producto les permitirá estar dentro del estándar que se propone.
Para comenzar debemos comprender a que nos referimos con
estereotipo. Según la R.A.E un estereotipo es: “Imagen o idea aceptada comúnmente por un grupo sociedad con carácter
inmutable.” Es decir se da una imagen generalizada de características que
deberían representar a un grupo de personas. Actualmente las personas se ven
muy influenciadas por los estereotipos desde temprana edad definiendo incluso
los roles de cada género y su función dentro de la sociedad.
Enfocándonos de forma concreta en las mujeres, como se
dijo anteriormente, los medios de comunicación, principalmente la publicidad es
la que define los estereotipos y roles
que la mujer debe tener dentro de la sociedad además generalmente los
estereotipos hacen referencia a un estándar de belleza que se debería cumplir. Un
ejemplo de esto es la publicidad que nos ofrece Falabella en las pantallas
chilenas, donde la mujer que ofrece los productos y que debería
“representarnos” es Gisele Bündchen, ella es una supermodelo y actual actriz
brasileña, que con las características que posee no representa ni conforma los
estándares de belleza que biológicamente tiene la mujer chilena. Pero, ¿Cuáles
son las características generales de la mujer chilena? Según el genetista
Carlos Valenzuela en una entrevista para la radio Cooperativa se refiere a las
características genéticas de la mujer chilena: "El 75 por ciento de la
población chilena mide en promedio 1.56 o 1.57, tiene espalda más ancha, tiene
caderas un poco más anchas, pero más planitas de nalgas, más caídas de nalgas
que planas que la mujer caucásica", explicó.
Valenzuela añadió que "las piernas son más cortas,
pero tiene un tronco grande, piernas más cortas pero un poco más delgadas".
(Valenzuela, 2015). Con este ejemplo queda en evidencia que mientras la publicidad
muestre modelos no estará representando a la verdadera mujer Chilena y su
genética.
Más que nada como se mencionó anteriormente los medios de
comunicación buscan hacer que el producto sea una necesidad para la mujer en
vez de una utilidad para ellas, para esto muestran un estereotipo de mujer
perfecta incentivando a las mujeres a seguirlas y hacerles ver que es una
necesidad u obligación ser parte del pequeño círculo de mujeres que constan con
la características de los estereotipos que propone la publicidad.
Volvemos a mencionar que muchas veces las mujeres bajo la
presión de cumplir con los estereotipos propuestos se ven situaciones de estrés
que las pueden llevar a generar trastornos alimenticios esto lo podemos
evidenciar gracias a una encuesta ejercida por Adimark en conjunto con ONU
mujeres y Unilever:
Un 47% de niñas y adolescentes declaró haber sentido
presión para verse lindas, esto se llevó
a cabo encuestando a 300 niñas mujeres
de entre 10 a 17 años. Esta claramente es una cifra alarmante, ya que, proviene
de niñas en edad de crecimiento y donde contar con un problema como este puede
traerle consecuencias a futuro en cuanto a autoestima o seguridad al
relacionarse con otros. Sabemos que generalmente la mujer tiende más en
relación al hombre a fijarse en el físico. Además la sicóloga Paula Serrano
dice lo siguiente: “La modernidad ha hecho que la belleza sea una exigencia más
en el rol de las mujeres. No solo hay que ser buena esposa, buena madre y buena
dueña de casa; Hoy además de estar informadas, de trabajar y ser inteligentes,
tenemos que ser lindas” (Serrano, 2005).
Con esto se refiere a que la exigencia social de la mujer es mucho más
alta que la del hombre y que la designación de los roles por lo general genera
más responsabilidad para la mujer quien además es vista con inferioridad en
relación al hombre. Además dentro de la misma encuesta se da a conocer que un
36% de las mujeres evitan algunas actividades por sentirse mal con su
apariencia; Al decir que evitan algunas actividades se refiere a que algunas
mujeres evaden actividades que tengan relación con su cuerpo, ya sea mostrar su
cuerpo o algo similar. Para esto hay asociaciones como la que realizó la encuesta
que quieren eliminar esto y para eso crean programas en los colegios y ayudan a
los niños desde pequeños a sentirse bien con su cuerpo y no tener un ideal que
les pueda provocar frustración en caso de no alcanzarlo.
Por último, como otro efecto que trae la influencia de la
publicidad en los roles de género, destacamos la forma en que la publicidad los
define. Desde muy pequeños la publicidad influencia a los niños, ya sea para
ofrecer juguetes u otras cosas. Pero todas tienen algo en común y es que buscan
de alguna forma definir el rol de los niños, por ejemplo para los niños se
ofrecen autos y para las niñas bebés o juegos de cocina, maquillaje, entre
otras lo que define que función tiene cada uno dependiendo de su sexo en la
sociedad. Lo mismo ocurre en el caso de la mujer chilena cuando se le ofrece la
publicidad. Henar Navarrete, máster en sexología y género se refiere a la
publicidad femenina de la siguiente manera: “Nos presentan a una mujer
hiperactiva, que puede con todo: la casa, la familia, el marido…tiene tiempo
hasta para ir al gimnasio” (Navarrete, 2018). Nos muestra esta mujer como un
ejemplo a seguir e idealiza el género. Ejemplifica esto con la publicidad que
usa la marca Rexona para vender su producto, que tiene como lema “Rexona súper
woman” en el que de cierta forma trata de ofrecer el producto mostrándole a la
mujer que usarlo la hará tener la capacidad de ser una “súper woman”. Siguiendo
con la publicidad Henar dice que es la
publicidad la que entrega los roles. Como ejemplo en las marcas que promocionan
detergentes, útiles de aseo o diferentes productos que tengan relación con las
tareas del hogar son promocionados por mujeres y define que esas tareas les
corresponden a ellas, por ejemplo en los comerciales de Huggies, marca que ofrece
pañales u artículos para la higiene de los bebés, muestra siempre una imagen
femenina en su propaganda, dando a entender que es la mujer la que debe cumplir
el rol maternal y debe hacerse cargo del bebé mientras el padre cumple labores
de oficina u otras actividades designadas socialmente también para el hombre.
Para concluir se puede decir que a pesar de todo, los
estereotipos no son algo nuevo ni algo que nuestra generación haya definido,
sino más bien son estándares que la sociedad o más bien la publicidad va
construyendo a conveniencia propia. La publicidad ha venido definiendo a la
mujer chilena casi desde los años 50 donde el ideal femenino era tener unas
curvas muy pronunciadas, ya para los años 70 se idealizó en una mujer con
curvas pero que fueran más bien esterilizadas y ya en los 90 se idealizó a la
mujer en una figura esterilizada y sobre todo delgada. Este concepto ha llegado
hasta la actualidad con un concepto casi extremo de belleza que difícilmente la
mujer chilena obtenga debido a su genética. Esto nos lleva a preguntarnos,
¿Volverán a cambiar los estereotipos?, ¿Seguirá siendo la publicidad quien
defina nuestros roles dentro de una sociedad? La solución a esto la puede dar
solamente la mujer chilena entendiendo que su cuerpo y su género no están
hechos para generar publicidad y que para acabar con los estándares de la
publicidad debemos partir cambiando los estereotipos propuestos por la misma
sociedad.
Bibliografía
cooperativa. (7 de Septiembre de 2015). cooperativa.cl.
Navarrete, H. (22 de
Febrero de 2018). Fundación Sexpol.
Ortiz, J. (19 de
Noviembre de 2008). Publicidad resumida.
RAE. (s.f.). ENCLAVE
RAE. Obtenido de http://dle.rae.es/srv/search?m=30&w=estereotipo
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