domingo, 6 de enero de 2019

La devaluación de la socialización producto de la inteligencia portable

Tomás Caviedes
Ingeniería Matemática


Si bien, los tiempos avanzan así como avanzan las ciencias y la tecnología, los teléfonos y la conectividad junto con ello, trayéndonos un teléfono con el cual podemos realizar muchas tareas y así. simplificándolas.
Pero como en todo, existen partes positivas como negativas dependiendo de la perspectiva de la persona, aunque en el presente ensayo, se generalizará por la parte de la sociedad donde carece de la comunicación de dos o más personas presentes en un mismo ambiente físico.

Últimamente nos hemos enfrentado el salir con una persona que no hemos visto hace algún tiempo, y nos topamos con que esta persona no suelta su teléfono y nos ignora completamente, como si ella estuviera sola paseando por algún sitio, solo mirando su teléfono, y nos detenemos a pensar ¿Qué será tan importante que revisa tanto su teléfono? o llegando a preguntarse negativamente, ¿Realmente esa persona estará aburrida de mi como para que busque alguna salida de la situación?.

Aunque los teléfonos inteligentes nos han logrado dar la mayor conectividad, algo que antes había que caminar hasta un Cyber y tener que pagar por horas y/o minutos que gastábamos en el local, para poder chatear por alguna mensajería instantánea, o planear una junta mediante cartas si ésta persona vivía hasta fuera de alguna región, o llamarse por teléfono, cuando el aparato no se le implementaba aún el internet, con esto podíamos hasta respondernos en segundos con alguna persona que vivía muchos kilómetros desde donde nosotros estamos.

"Muchos comentaristas sociales lamentan cómo se está perdiendo el arte de la conversación porque la gente prefiere usar el correo electrónico o enviar SMS y tuits para comunicarse. Pero los entusiastas de la palabra hablada están dando batalla(...). Pero ya no es sólo una pregunta retórica. "¿Podemos hablar?" se ha convertido en uno de los temas sociales, culturales e incluso filosóficos más apremiantes para algunos académicos y científicos sociales. La psicóloga y profesora Sherry Turkle advierte que estamos en peligro de perder la capacidad de hablar como alguna vez la entendimos. " (Noticia BBC Mundo :"Cómo los celulares están matando el arte de la conversación").

Como dice en la anterior cita, estamos perdiendo la capacidad de hablar como alguna vez la entendimos, y esto ocurre porque le hemos dado mas la importancia a un aparato a que a una persona que está frente a nosotros, creyendo que el momento hablado con esa persona por WhatsApp o Facebook o alguna otra red social, es más importante que los momentos espontáneos o algún momento de sinceridad que se tiene con esa persona, y a los temas que se llevan a cabo, es sobre algún "meme" o algún video viral de hace algún tiempo pasado cercano.

"Le pregunto a la gente qué está sucediendo con la conversación y ellos me dicen: 'Lo que está mal es que se lleva a cabo en tiempo real y no se puede controlar lo que uno va a decir". (Profesora Turkle, del Instituto de Tecnología de Massachusetts).

Pero el teléfono celular nos puede generar un contenido para poder hablar con la persona, con ella podemos hablar acerca de algún hecho noticioso que ha ocurrido o está ocurriendo en el momento, y así desarrollar una conversación más fluida con dicha persona o dicho grupo con el cual estamos interactuando el momento, con ello podemos ver por ejemplo, alguna repetición de algún deporte, hablar de música escuchando esa música o viendo alguna imagen graciosa.

A pesar de ser así, perdemos la improvisación de alguna conversación o el desarrollo esporádico de algún tema de conversación, haciéndonos caer en una monotonía o en alguna estructura para hablar con esa persona o grupo, llegando a la pregunta "¿Y ahora qué?" y de ahí, no poder seguir el tema de conversación, forzando algún tema, hasta llegando a incomodar a la persona con la cual interactuamos y provocando algún rechazo en el instante.

Con la mayor conectividad, hemos llegado a conductas como aislarnos y ver con quien chatea la otra persona, o enojarnos porque no nos responden los mensajes o porque nos dejan el "visto", obligando a la otra persona a que nos responda de manera inmediata, y si no lo hace, llegar hasta frustrarnos o sentirnos desechados, tal cual como son las relaciones de hoy en día producto del teléfono.

"La vieja (conversación) era para pasar el tiempo, como muestra de respeto, de hacer lo que la etiqueta exigía" (Académico de Oxford y autor, Theodore Zeldin)

Pero, hay psicólogos y algunos otros especialistas que buscan revertir el avance del empobrecimiento de las conversaciones o de la interacciones de hoy en día, realizando estudios a base de experimentos con gente que está siendo afectada en materia de lo redactado anteriormente y así, creando conciencia entre la sociedad que prefiere mirar una pantalla antes que algún paisaje o los ojos de otra persona, o simplemente, mirar al frente y saber donde camina, porque hay hasta accidentes provocados porque la gente no mira por donde camina, por estar pendiente de la inteligencia móvil.

Aunque, como varias experiencias personales, agregando algo personal, me ha ocurrido que la gente me ha ignorado por hablar por un teléfono, para después escribirme diciendo "Hace rato que no nos vemos", llegando a ser molesto, porque  en el momento la persona se pierde de la realidad.
Hasta ha pasado con mi familia, que nos sorprendemos a la hora de almorzar los fines de semana en la mesa, de las familias que ya dejan de almorzar juntas y no comparten su día a día o su semana en general, porque miran el teléfono o porque almuerzan cada uno en su pieza, perdiendo la comunicación hasta con sus seres queridos.

Bibliografía: https://www.bbc.com/mundo/noticias/2014/07/140703_tecnologia_lucha_arte_perdido_conversacion_jp

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