miércoles, 29 de junio de 2016

Religión en decadencia


por Jennifer Rojas


En la actualidad se maneja y se tiene un concepto mayormente en la juventud bastante diferente de la religión a como lo hacían en épocas pasada ya que es notoria que en nuestra sociedad existe bastante diversidad por ende se encuentran personas creyentes y no creyentes sin ser visto esto como algo tan trascendental y esto se debe a que la juventud esta mas instruida en el conocimiento y se cree más en la teoría evolutiva que en la teorías religiosas.

Antes de seguir debemos saber ¿a qué se le llama religión? una religión es un sistema solidario de creencias y practicas referidas a cosas sagradas, es decir, separadas, interdictos, creencias y prácticas que unen en una misma comunidad moral, llamada iglesia, a todos los que se adhieren a ellas

la religión no está siendo algo tan importante y relevante como lo era hace muchos años ya que en la antigüedad las personas le tenía más respeto a las “leyes de dios” pero también es rescatable decir que se han traspasado muchos valores de la religión a la sociedad actual un ejemplo seria acá en chile la solidaridad.

En la antigüedad, el relato del Génesis sobre la creación, que se aceptaba literalmente, implicaba que las especies de animales y plantas habían sido creadas cada una independientemente en el transcurso de seis días. Los comentarios a estos textos no harán más que recalcar esta idea de la creación directa de Dios de cada una de las especies de plantas y animales y en especial la creación del hombre a su imagen y semejanza, dando al universo una duración de unos 6000 años

Esta visión va entrar en colisión con los desarrollos de la geología y la propuesta de Charles Darwin de la teoría de la evolución en la que se propone el mecanismo de la selección natural para explicar el origen de las especies, incluido el hombre, desde unos primeros seres vivos.

Aunque al principio hubo, desde el punto de vista puramente científico cierta oposición, Está claro que las ideas de Darwin sobre la evolución chocaban con muchos aspectos de las doctrina tradicional cristiana, entre ellos, la naturaleza de la acción de Dios en el mundo, la finalidad de la creación, la historicidad del relato de la creación interpretado literalmente y la historia de la creación del hombre a imagen de Dios.

No faltaron desde el principio las interpretaciones puramente materialistas, de lo que se ha llamado el “naturalismo evolutivo” que sería utilizado en contra de la doctrina cristiana de la creación y la providencia. La selección natural presentaba una propuesta de naturalismo riguroso, en el que no se necesitaba la acción de ningún agente externo para explicar el desarrollo y la evolución de las especies.

Durante muchos siglos las religiones dominaron sobre las ciencias, y, después, especialmente en el mundo occidental, fueron las ciencias quienes dominaron sobre las religiones. Hace unos cuantos siglos ser científico podía suponer acabar en la hoguera, la investigación científica era un grave sacrilegio, el hombre no debía de atreverse estudiar la creación divina y poner en duda lo que dios había revelado a los hombres. Más tarde, las perseguidas ciencias alcanzaron el poder y arremetieron contra las religiones. Su venganza fue terrible. En muchos países, apoyadas por el ateísmo, las ciencias arrinconaron a las religiones a pequeños reductos del ser humano. Negaron la existencia del dios que llevaba siglos reinando en nuestra civilización. Borraron del mapa científico al todopoderoso dios cristiano, creador de todas las cosas. Científicamente, dios no aparecía por ningún lado, por lo tanto no existía. En sus comienzos, las ciencias fueron estudiadas por una mayoría de individuos no creyentes que utilizaban a menudo sus descubrimientos para apoyar el ateísmo y atacar así a las religiones. Se llegó a creer que la victoria sobre la religión fue total, pero no fue así. Dieron por muerto a un enemigo al que todavía le quedaba vida. Las creencias espirituales se atrincheraron en lo más profundo del ser humano, allí donde las ciencias no llegaban. Y hoy en día podemos lo observar con menores fuerzas tanto en las religiones tradicionales como en las sectas.

La religión es tomada como cultura, ya que para nuestros ancestros era cultura poseerla, es por eso que desde pequeños nos inculcan una doctrina, pero a nosotros nunca se nos preguntó si deseábamos poseerla, y a medida que crecemos mentalmente, vivimos experiencias religiosas y pensamos por nosotros mismo, podemos decidir en que creemos si es en la religión o en la ciencia ,teniendo que soportar un pequeño conflicto por dualidad en su interior ya que se ha de elegir una tendencia y desechar la otra. En los tiempos actuales, el pensamiento científico ya es patrimonio cultural del individuo medio, es parte de nuestra mente y de nuestra forma de pensar. A todos se nos enseña en las escuelas el método científico. Y, por otro lado, el viejo impulso religioso continúa vigente en algunas personas, al que hay que sumar las nuevas tendencias espirituales o esotéricas.



Bibliografía

Libro: Religión y Ciencia

Autor: Bertrand Russell


 












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