Por Edison Gómez Mancilla
La medicina herbal ha estado muy presente en la historia
de la humanidad, siendo utilizada por antiguas culturas para remediar numerosos
malestares de salud. En la actualidad, a pesar de los grandes
avances en la tecnología, existen un sinnúmero de enfermedades que no poseen un
método completamente efectivo para su tratamiento y que necesitan ir más allá
de lo que les brinda la medicina tradicional para poder alivianar el dolor y
encontrar algún tipo de solución al problema que les aqueja, aquí es cuando
entra al escenario la medicina alternativa. El ejemplo más claro de este tipo
de medicina es el uso de la marihuana o Cannabis en personas con afecciones
graves, que hace que sus vidas sean más llevaderas y nos hace replantearnos nuestra
postura hacia esta conflictiva planta.
La
Marihuana o Cannabis es una planta compuesta por diversos compuestos químicos, los
principales y que más efectos producen en las personas son el Tetrahidrocannabinol (THC) y el
Cannabidiol (CBD), es importante distinguir los efectos que producen estos
componentes al momento de consumirlos. El primero de estos es un compuesto
psicoactivo que “genera sensación de
bienestar y tranquilidad, reduce la ansiedad y puede provocar euforia. Además,
puede estimular el apetito y reducir las náuseas y los espasmos (acción
antiespasmódica). Por último, puede causar somnolencia y reducir la percepción
del dolor” (Ruiz Gutiérrez & Ruiz Loyola,
2016).
Es el principal causante de que tanto la comunidad científica como las personas comunes y
corrientes vean con malos ojos y resquemor a la marihuana, ya que gran parte de los que la
consumen solo lo hacen con fines recreativos y con un contenido alto de THC.
Por
otra parte, el CBD no es psicoactivo y actualmente tiene una importancia
relevante en la medicina alternativa, ya que aporta múltiples beneficios sin
efectos secundarios evidentes.
Entre los efectos medicinales del CBD el más
importante a destacar es la capacidad de inducir la muerte de células cancerígenas
sin afectar a las células sanas de nuestro cuerpo, como si lo hace la quimioterapia.
[…] Además está muy comprobado que reduce las convulsiones en personas afectadas por
epilepsia. También ayuda a controlar los desórdenes psicóticos,
depresión y ansiedad, además de proporcionar efectos neuroprotectores,
en especial a los que acaba de sufrir un accidente cerebrovascular (THC, CBD,
CBN, 2016).
Frente a este escenario son mucha las personas que se decantan por los
beneficios que les puede entregar la marihuana, y la ven como una mejor opcion que la medicina tradicional, pero eso esta alejado de la realidad.
Hasta la actualidad no existe ninguna investigación concluyente que señale que el
cannabis o los cannabinoides curan alguna enfermedad. Aunque la mayoría de los
hallazgos son muy prometedores, sólo es posible decir que el uso de
cannabis/cannabinoides puede ser beneficioso en variados síntomas de
diferentes enfermedades. (Vergara, 2016).
Dicho esto, solo son evidencias
de experiencias vividas por otros individuos o por investigaciones algo
menores lo que respaldan al Cannabis, pero que se repiten a lo largo del tiempo y cada vez toman más fuerza.
Hay que señalar que no hay que pensar en esta hierva como la solución definitiva
a los problemas o como la cura definitiva porque no lo es, pero si como una
compañera efectiva para sobrellevar las sintomatologías. Al mismo tiempo no hay
que dejarse llevar por los malos comentarios, porque si bien no hay una investigación
fuerte que pueda respaldar el uso de la marihuana medicinal, tampoco hay una
que refute los beneficios de esta misma.
Una de las grandes
ventajas de la marihuana como medicamento reside en su relativa seguridad, ya que "no
se conoce ningún caso de sobredosis letal. Es mucho menos adictiva y está mucho
menos sujeta a abusos que muchas drogas que se emplean como relajantes o
analgésicos." (Cannabis Safety, 2013).Esta “seguridad” se
enfrenta al uso de medicamentos tradicionales (como las pastillas), ya que
muchas veces estos provocan dependencia en las personas y traen consigo algún efecto
secundario indeseado.
Para finalizar, el mejor escenario que podríamos vivir
es aquel en que tanto la medicina tradicional como la alternativa pueden
convivir juntas, ya que ambas tienen sus pros y contras. Por un lado, la
inocuidad que nos proporcionan las terapias alternativas, es un gran punto a
favor ya que no es invasiva y proporciona cierta seguridad a la persona, el
problema es que no ataca el problema desde la raíz, como si lo hace la medicina
tradicional, que busca erradicar la enfermedad, pero que muchas veces pasa a
llevar el bienestar de la persona. Es importante que ambas se complementen, ya
que ninguna tiene la solución definitiva.
Referencias
Cannabis Safety. (2013). Cannabis
Safety. Obtenido de Safeaccessnow:
http://www.safeaccessnow.org/cannabis_safety
Ruiz
Gutiérrez, J. B., & Ruiz Loyola, B. (2016). Marihuana medicinal. Obtenido
de ¿cómoves?:
http://www.comoves.unam.mx/numeros/articulo/209/marihuana-medicinal
THC,
CBD, CBN. (2016). Cannabis Consciente. Obtenido de Citethisforme:
http://www.cannabisconsciente.com/thc-cbd-cbn/
Vergara,
K. (2016). Como Utilizar la información. Obtenido de Cannabis
Consciente: http://www.cannabisconsciente.com/como-utilizar-esta-pagina/
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