domingo, 19 de junio de 2016

Clonación humana: ¿Avance o retroceso?

Por Michelle Gatica Corvalán.

La clonación es un tema que se ha convertido en controversia con el paso de los años, sobre todo ahora que, tras varios intentos en animales, se consideran posibilidades exitosas dentro de la raza humana. La ciencia se ha otorgado atributos sobre la vida de los demás, manipulándola con el fin de experimentar y crear un supuesto camino hacia la perfección. ¿Es cierta la existencia de dicho camino o no es más que un acto vanidoso? ¿Realmente se salvarán muchas vidas o estamos por presenciar la vulneración del derecho a la vida? 
  
Antes de introducirnos de lleno en lo que son las perspectivas tan diversas respecto de este tema, tenemos que conocer mejor lo que es la clonación y sus inicios.  
Dentro del contexto al que nos referimos, clonar es, según Lacadena (1998), obtener uno o varios individuos a partir de una célula somática o de un núcleo de otro individuo, de modo que los individuos clonados son idénticos o casi idénticos al original. 
Luego de numerosos trabajos, comenzando en los años 50 con ranas como sujeto de estudio, en el año 1996, que surge el primer mamífero clonado, uno que muchos conocemos como la oveja Dolly. Un logro conseguido en el Instituto Roslin de Edimburgo, Escocia. Esto fue posible luego de eliminar el núcleo de un óvulo de oveja, sustituirlo con un núcleo de célula perteneciente a una oveja adulta e implantarlo en una tercera oveja que sirvió como “madre alquiler”, siendo ella la involucrada en el embarazo.  
  
En el año 2001 se anuncia el primer intento de clonar a un ser humano. Debido al impacto que se generó desde Estados Unidos, la noticia dio la vuelta al mundo. 
En 2004, científicos surcoreanos consiguieron clonar embriones humanos, obteniendo células madres. Es relevante aclarar que el objetivo de este cuerpo profesional nunca fue clonar humanos, sino obtener células que fuesen de ayuda para curar enfermedades que hoy en día no tienen una cura definida. Sin embargo, significa también un acercamiento a los experimentos con personas, puesto que si se implantan esas células en el vientre de una mujer, es muy probable que hubiesen nacido los primeros clones.  
  
Como acotación, podemos mencionar los tres tipos de clonación (esto de manera breve para que retomemos rápidamente el tema que nos convoca). Cabe destacar que se clasifican según el método empleado.  
1. Partición (fisión) de embriones tempranos: Analogía con la gemelación natural. Los individuos son muy semejantes entre sí, pero diferentes a sus padres. Es preferible emplear la expresión gemelación artificial, y no debe considerarse como clonación en sentido estricto. 
2. Paraclonación: Transferencia de núcleos procedentes de blastómeros embrionarios o de células fetales en cultivo a óvulos no fecundados enucleados y a veces, a zigotos enucleados. El “progenitor” de los clones es el embrión o feto. 
3. Clonación verdadera: Transferencia de núcleos de células de individuos ya nacidos a óvulos o zigotos enucleados. Se originan individuos casi idénticos entre sí y muy parecidos al donante. 
  
Como ya fue mencionado, el tema de la clonación tiene visiones divergentes y, para fundamentar mi pensamiento frente a esto, he de recurrir a un ejemplo muy simple y cercano a nuestra realidad. Alexis Sánchez, un reconocido jugador de fútbol, no sólo dentro de la Selección Chilena, sino también en continentes como Europa. Imaginemos que, por equis motivo, dona una de sus células y permite que lo clonen. Como todos lo pensamos, el resultado serie un hombre bastante similar a Alexis, en especial por su físico. Sin embargo, esta persona no es igual. ¿Dónde queda la identidad de este clon? Seguramente todos esperan que el ambiente en el cual se desarrolla, haga que su personalidad sea parecida a la del Alexis que todos conocemos, pero por supuesto que no es así, teniendo en cuenta que ya no son los mismos tiempos en que Sánchez se crió hasta llegar a ser el hombre que conocemos; podría preferir otro deporte por sobre el fútbol o simplemente no ser muy cercano a los juegos con balones. ¿Para qué podría usarse este nuevo ser? Seguramente para donarle órganos al original, de esta manera seguiría siendo un futbolista espectacular, sin riesgo de tener que dejar nuestro equipo nacional. Esto es, sin duda, injusto. Una situación que nos recuerda al filme “My Sister's Keeper (La decisión más difícil)”, donde una vida “natural” está por sobre una que es denominada “artificial”. No sólo se juega con la vida de los embriones mediante las distintas pruebas, las cuales podrían tener distintos efectos colaterales, sino que también se le quita el derecho de vivir a un ser humano más, puesto que su “fin” en este planeta es nada más que científico.  Desde mi perspectiva, la clonación humana es algo que tiene que detenerse porque el enfoque que se le ha dado está muy alejado de los principios éticos que deberíamos tener como sociedad. 
  

Referencias

A. Gómez-Lobo (2002): “Clonación Humana: Posibilidades y problemas éticos”, en Conferencia pronunciada en el Centro de Estudios Públicos, pp. 1-10. 

E. Iáñez (s.f): “Clonación:   Aspectos científicos”. Departamento de Microbiología e Instituto de Biotecnología, Universidad de Granada. Recuperado en  http://www.ugr.es/~eianez/Biotecnologia/Clonacion.html#_ftn9.

J.R. Lacadena (1998):  “La clonación humana”, en Actas del 2º Congreso de bioética de América Latina y del Caribe, Santafé de Bogotá, pp. 138-165. 

P, Huguet (2004): “Clonación Humana: Aspecto biotécnicos y legales”. Universidad Complutense de Madrid, Facultad de Ciencias Biológicas, Departamento de Genética, Madrid, pp. 10-21. 

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