Consideremos el ejemplo de las cruzadas el cual consistían
en una “serie de guerras libradas entre los siglos XI hasta el
XIII entre los ejércitos reunidos por los reinos cristianos de Europa y la
mayor parte los ejércitos musulmanes del Asia menor y Mediterráneo oriental” (Portillo,
s.f.) .
Si bien la mayoría de los soldados
pensaban que luchaban por la fe que ellos tenían, los reyes manejaban
ambiciones políticas y económicas más que espirituales. Otro de los ejemplos en
la actualidad es el caso del conflicto del medio oriente el cual se desarrolla
bajo los contextos políticos económicos y religiosos. “En el norte de África y en el Medio Oriente existen países que tienen en común la religión islámica; estos
países, que constituyen el mundo musulmán, forman un poderoso bloque que
se halla cimentado en la unidad religiosa y cultural; a pesar
de esto, no constituyen una unidad política. La mayoría de estos países son muy
pobres en términos de diversidad de recursos, pero poseen petróleo”. ( www.profesorenlinea.cl, s.f.) .
Por eso considero que no es bueno mesclar los intereses terrenales (políticos, económicos)
del ser humano con lo espiritual ya que se corrompe el objetivo que intenta
llenar la religión. Como lo anteriormente escrito la religión abarca lo sobre
natural o divino y no lo mundano como el poder político o los intereses económico,
pero es inevitable que estos intereses se entrelacen a través de la historia de
la humanidad.
Pienso que el hombre debe volver a su estado más
espiritual y dejar de lado las cosas terrenales para centrase plenamente en su esencia
y conectarse con cosas más trascendentales que van mas allá del dinero y el
poder político. “Ninguna religion vale una sola gota de sangre” (Sade) , cuando el hombre se
concentra en la espiritualidad dejando de lado sus intereses personales saca lo
mejor de sí mismos.
Oliver Castro Herrera
Oliver Castro Herrera
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