viernes, 9 de diciembre de 2016

La importancia en la gestión de las emociones

Por Héctor Ramírez Aranda
Licenciatura en Ciencias de la Computación

Caído el sol, y con los destellos del cielo cerramos nuestros ojos ¿qué hay?, la nada y nosotros.

Viaje al ser.


Las emociones surgen como un torrente que no podemos parar, son inevitables, este torrente al impactar produce vibraciones que culminan en el cuerpo, miedo, angustia, nerviosismo y alegría, son algunas de ellas, si un problema con un extraño lo transformamos en odio contra el ¿no será energía desperdiciada? si nunca más nos vamos a volver a encontrar, si dejamos que una mala calificación nos haga estar de mal humor generando con esto discusiones por cualquier cosa ¿no es una propagación de la frustración inicial?, a esto ¿se puede dar un buen uso de las emociones que sentimos?, ¿bastaría con entender lo que sentimos?, ¿es importante la gestión en las emociones?, ¿es necesario agregarlas al sistema educacional? estas son algunas de las preguntas que intentare responder a continuación.

Por mucho tiempo se ha priorizado el uso de la razón por sobre cualquier otro proceso en la mente, es nuestra espada para luchar contra lo que está allí afuera “el mundo” con ella cortamos y avanzamos a través de él, es esta herramienta la que nos ha llevado hasta los inicios del siglo XXI como el animal que lo gobierna todo, pero le damos tanta atención a la razón como medio para entender y modificar la realidad que termina opacando cualquier otro fenómeno que se sucede en nuestras mentes, como las emociones que quedan relegadas, así lo demuestra nuestro sistema de educación que pone énfasis en el razonamiento como formación personal.

Pero si son nuestras emociones las que nos mueven, las que nos impulsan, las que nos dice que hay algo más allá de la carne, un ser, que siente y reacciona, un ser que es, un ser que yace. Es de suma importancia atender a las emociones porque son las reminiscencias de nuestro interior, es el contacto más directo que tenemos con lo que somos, si pudiéramos entender las emociones correctamente estaríamos cada vez más cerca de comprendernos a sí mismos porque estas son el lazo más directo con ese ser, esto nos otorgaría un control y entendimiento sobre lo que somos y que necesitamos para así poder completarnos.

Lo que pienso sobre mí no es lo que realmente soy, el pensamiento es virtual, para verdaderamente entendernos es necesario comprender las emociones que provienen de la profundidad de nuestro ser también es necesario proteger este, para esto hay que crearse un escudo propio, personal para con el mundo, pero antes necesitamos saber que vamos a proteger. Somos entrenados para vivir el mundo exterior más no nuestro interior ¿porque?, ¿es acaso más productivo para la sociedad que solo nos enfoquemos en el exterior?, ¿es que acaso damos importancia a lo trivial pero no a lo esencial, cuando la esencia está dentro de nosotros?.

No es posible cambiar los recuerdos negativos a través de la razón, ni con la conducta, ni con actitud y fuerza de voluntad pero si es posible comprenderlos y superarlos. Nos enseñan a manejar maquinas, automóviles, computadoras, televisores, mas no la maquina más compleja del mundo, la mente humana, estamos a la deriva con esta, sabemos que es nuestra pero no entendemos cómo funciona ni que hay que hacer con ella.

El entendimiento sobre las emociones nos permite pararnos sobre algo sólido, para así saber por dónde andar, moviéndonos con la seguridad de que no habrá sorpresas, esto se traduce en un autocontrol el que permitirá una clara manifestación de lo que queremos comunicar y hacia dónde queremos avanzar. Pasamos más tiempo vinculándonos los unos a los otros que estudiando o resolviendo problemas, en las escuelas se debería enseñar cómo entender y gestionar las emociones, no seriamos humanos sin emociones, necesitamos de las emociones tanto como la razón.

Debemos procurar la estabilidad emocional, la emoción es el fenómeno más democrático de toda la experiencia humana porque todos somos capaces de sentir lo mismo, el rico y el pobre son capaces de sentir alegría y el culto e iletrado pueden sentir asombro. Conociendo lo que siento, aprendo más sobre mí mismo esto me ayuda a poder tomar una mejor decisión como también afrontar de una forma más eficaz mis retos, es por esto que necesitamos que la gestión en las emociones forme parte del sistema educativo, con el fin de aprender a conocernos y entendernos a nosotros mismos.

Y como pregunta final, ¿hacia dónde vamos?, ¿volveremos a encontrarnos?, luego de este viaje, ¿podremos ser capaces de volver al punto de partida?, eso espero.

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