lunes, 5 de diciembre de 2016

¿Es el deja vu únicamente una experiencia subjetiva?

por: Belén Tramolao
Ingeniería Estadística 

Durante nuestra vida cotidiana, andamos con nuestra atención centrada en diferentes asuntos, y en un instante, pasa por nuestra mente la sensación de que “esto ya lo he hecho”, “esto ya lo he vivido” o “esto ya lo he visto” y nos preguntamos ¿es Normal? ¿Estamos viviendo un fenómeno paranormal, el cual escapa de los límites de la conciencia? O simplemente ¿La memoria nos está jugando una mala pasada?
     La ilusión del dèjá vu aparece cuando una persona tiene una sensación extraña de familiaridad con la situación que está viviendo, pero sin saber cómo ni cuándo. Durante esta sensación la persona tiende a anticipar con total certeza el resto de acontecimientos que sucederán (es cómo estar viviendo nuevamente lo vivido) durante unos segundo y suele ir acompañado de sentimientos de euforia, melancolía o extrañeza.
Debido a la complejidad y la manera subjetiva como ha sido abordado este tema, existe una escasa y rebuscada información acerca de este prodigio. Muchos expertos que han indagado en el asunto durante años, no tiene una explicación clara y concisa, interpretando el deja vu de diferentes maneras, según religión, creencia o profesión.
La explicación más acertada ha sido la de los científicos y psicólogos quienes lo esclarecen como anomalías de la memoria que tienen un desorden durante un lapso de tiempo pequeño. Científicos hacen énfasis en la memoria, y las reacciones o cambios que ésta tiene y la constante frecuencia que el cerebro pueda volver a experimentar algo similar, en cambio, los psicólogos hacen hincapié a las posibles enfermedades o lesiones que la persona puede sufrir en su cerebro. Según relatos, los individuos que perciben con mayor intensidad, son quienes tienen algún trastorno a la memoria o alguna parte del cerebro, como la depresión o la epilepsia, y hay quienes también llevan el significado mucho más allá, como lo es la reencarnación o algún recuerdo de una vida pasada.
De este último, se ha debatido mucho el tema de que todos tenemos la “reencarnación” de nuestra alma, los cuerpos se descomponen pero los espíritu  renacen en otros cuerpos y es ahí donde se dice que el subconsciente humano mantiene algunos recuerdos de su vida anterior. Incluso, hay quienes se cuestionan de donde vienen nuestros medios, fobias o alegrías o de donde provienen nuestras metas, sueños o simplemente el gran desempeño que tenemos a la hora de producir algo de interés, pero al ser tan subjetivo, las explicaciones que rodean el deja vu  son bastante amplias sin ninguna raíz que sustente lo planteado.
La ilusión de deja vu no es única, ni aparece ligada a una misma forma, sino que puede experimentarse de diversas maneras. Así nos encontramos con la clasificación que nos ofrece Arturo Funkhouser, quien distingue tres tipos:
El Deja vecu, Deja senti y el Deja visite. El más común, es el deja vecu no solo por el parecido que tiene con el deja vu, si no también, por la exactitud que percibimos cuando estamos recordando algún momento, resaltando una cantidad de detalles impresionantes.


¿Qué causa un episodio de dèjá vu?

A lo largo de la historia las explicación del deja vu han ido cambiado según el avance de la tecnología o según nuevos científicos que despiertan el interés de indagar y encontrar alguna respuesta más certera al tema.
En 1878 se decía que el deja vu era proveniente de una mala sincronización de las sensaciones y percepción, donde hacía que el cerebro con la memoria jugaran un rol diferentes por el mismo camino.
En 1889 se decía que cuando el sistema nervioso está descansado no solemos concentrar nuestra atención en todos los objetos que nos rodean, pero si volvemos a observar la escena  poniendo en ella todos nuestros sentidos nos resultará inusualmente familiar.
Posterior a esto, psicólogos y psicoanalistas defienden que la ilusión de deja vu es fruto de la repetición subconsciente de una experiencia previa y que las situaciones de este fenómeno se sienten como familiares porque nos recuerdan los elementos de sueños olvidados.
Según estudios más recientes, una de las formas de mayor abordaje del tema, son los cuestionados “formas de vida” que llevan las personas que han vivido algo similar. Debido a la vida cotidiana de algunos individuos, va cambiado la forma de recordar el deja vu con mayor o menor exactitud. Por ejemplo: Los niños (se habla entre los 12-17 años) que  son conscientes del significado del deja vu, tienen una menor probabilidad de experimentar esta sensación debido a que su memoria no termina de registrar cada momento vivido que va desde la etapa de la niñez hasta la adolescencia, en cambio, los adolescentes que llevan una vida de estudio con horarios muy prolongados, tienen una mayor probabilidad de percibir este fenómeno debido a que están constantemente expuestos tanto al estrés que conlleva sus carreras universitarias como el estrés que se vive cada día en la ciudades, ya sea por el trasporte o por la constante interacción que tenemos con las demás personas. Algo muy distinto pasa con los sujetos de más avanzada edad, aquellos que tienen un trabajo o ya están jubilados, pues estudios recientes muestran que el deja vu va disminuyendo con la edad, debido a que el cerebro tienen una menor capacidad de poder recordar momentos o sueños anteriores, más aun si se está tratando de recordar cosas del día anterior.

Hoy en día, han tratado de explicar lo más acertadamente posible en qué consiste ese fenómeno tan extraño que nos permite “viajar” en el tiempo. La verdad no es nada sencillo llegar a conclusiones únicas pues como podemos observar  existe una amplia gama de teorías que han aspirado y aspiran a indagar mucho más.  Estas teorías han surgido a lo largo de la historia basándose únicamente en los datos que aportaban aquellos sujetos que habían vivido una experiencia de tal magnitud y cómo podemos imaginar esos datos son más subjetivos que objetivos por lo que la ciencia ha tenido que dar a conocer estudios sin un respaldo científico previo comprobado.
Al momento de tener la oportunidad de hablar acerca de un tema que es rica en ambigüedades, abundan las opiniones de personas que han vivido un episodio similar y deja abierto a que cualquier sujeto, sea cual sea su condición de la memoria, a que dé a conocer su experiencia y que los científicos posteriores sigan estudiando y encontrando una explicación más certera   a tan amplio prodigio.

Bibliografía


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