miércoles, 7 de diciembre de 2016

Cultura y Conciencia Animalista

Somos sujetos insertos en una cultura, creencias, y prejuicios y como tales estamos amarrados a todas estas, por esto mirar las cosas desde una perspectiva  distinta puede llegar a ser muy difícil. Me quiero referir directamente al tema de la conciencia hacia el trato de los animales, la cual ha tomado  mayor fuerza en nuestra sociedad actual y podemos verlos con hechos concretos día a día. A pesar de tener una noción cultural, la cual nos fue enseñada, creo que como humanidad tenemos muchas herramientas que nos pueden permitir ponernos en el lugar del otro y desde ahí actuar, decidir y llevar acabo movimientos sociales.

Como cualquier cultura, la nuestra tiene sus propios valores y a partir de estas fuimos enseñados y formados. Desde muy pequeños pudimos haber tenido o no la oportunidad de relacionarnos con animales, lo más común es que hayan sido nuestras mascotas como perros, gatos, hámsteres, hurones, etc... Y lo más normal es que hayamos creados vínculos con ellos, pero personalmente creo que esto no refleja la situación actual en la cual vivimos, ya que aún estamos  en una sociedad donde indirectamente los animales y los seres vivos en general son mirados como seres al servicio del ser humano  y de los cuales solo podemos sacar provecho. Esto se puede observar en muchos ejemplos como cuando vemos la gran concurrencia de las familias cuando llega un circo a la cuidad, o los paseos del fin de semana hacia los zoológicos donde la mayor atracción es ver a los animales y saciar las ansias de los niños por conocerlos. Tomamos una postura totalmente individualista donde solo nos importa cubrir  nuestros deseos e ignoramos por completo las necesidades del otro, en este caso, la de los animales. Nos dijeron  que los animales no sienten y,  ¿por eso debemos  golpearlos o torturarlos? ¿Solo para tener un rico plato frente  nosotros? Éstas son las preguntas que debemos plantearnos con respecto al daño que les hacemos a los animales que día a día sufren por maltrato y sobreexplotación debido a nuestros propios caprichos.

Pero tampoco podemos ignorar que pese a todo este entorno y marco social hemos tenido pequeños avances. Podemos verlos en algunas de las últimas  manifestaciones en contra del maltrato en los rodeos, la cual pretendía eliminar esta absurda practica llamada “tradición cultural”, el considerable aumento de las personas que eligen no comer carne para no seguir siendo parte de la tortura de las grandes industrias, o incluso los pensamientos que han adquirido los dueños de mascotas al ser conscientes que son seres vivos que sienten y que se puede establecer una relación cuando se aprende a mirarlos y tomar atención a los mensajes que ellos nos dan.

Es de suma importancia dentro de este tema y más bien dentro de todo tema social que también tengamos en cuenta la diferencia con  otras culturas en donde sus creencias son distintas y a veces incuestionables. Un ejemplo claro de esto, es el hecho de que en India no comen a las vacas por ser consideradas un animal sagrado y nosotros en nuestro país si lo hacemos, pero no con los perros ya que acostumbramos a tenerlos de mascotas, pero no es así en China en donde perfectamente los cocinan. En estos tres países las creencias y valores son distintos, son culturas completamente diferentes y por lo tanto no podemos asegurar que en uno se hace lo correcto y en el otro no. También sucede que dentro de una cultura, a pesar de estar todos unidos con las misma creencias, cada individuo que conforma la sociedad tiene dentro un pequeño mundo con valores y sentimientos que fueron formados a partir de su historia personal, que determina su sentir y posición frente a determinados temas y en definitiva  como un espectador de los movimientos sociales.

Personalmente creo que tenemos muchas herramientas a partir de las cuales podemos iniciar los cambios, creo que podemos aprender de todo lo que nos rodea, podemos comprender, mirar, escuchar y actuar a partir de esto. Lo importante es que no ignoremos, que tomemos conciencia y que nos pongamos en el lugar de otro, solo necesitamos dejar el individualismo, y comenzar a ser agentes activos de las cosas que suceden a nuestro alrededor, saber que cada uno de nosotros puede cambiar de apoco la forma en como sentimos, de cómo nos relacionamos con todos los seres. Al fin y al cabo creo que todo movimiento social, todo acto revolucionario (a pesar de su esencia un tanto agresiva) comienza desde que empezamos a comprender las situaciones de otro, desde que pudimos hacer propias dolencias que no nos pertenecen pero que podemos comprender porque somos lo mismo. Si cuidamos y observamos a los animales más de cerca, lograríamos sentirlos y tratar con más gratitud lo que ellos pueden brindarnos y también seriamos consientes que hay mucho que  podemos hacer por ellos, visto esto así podremos llegar a tolerar muchas cosas, crearíamos un cambio de mentalidad en las personas y seriamos mucho mejor de lo que somos como sociedad hoy en día.


Autora: Catherine Orellana Rubio
Ingeniería Matemática
Universidad de Santiago de Chile






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