Somos
sujetos insertos en una cultura, creencias, y prejuicios y como tales estamos
amarrados a todas estas, por esto mirar las cosas desde una perspectiva distinta puede llegar a ser muy difícil. Me
quiero referir directamente al tema de la conciencia hacia el trato de los
animales, la cual ha tomado mayor fuerza
en nuestra sociedad actual y podemos verlos con hechos concretos día a día. A
pesar de tener una noción cultural, la cual nos fue enseñada, creo que como
humanidad tenemos muchas herramientas que nos pueden permitir ponernos en el
lugar del otro y desde ahí actuar, decidir y llevar acabo movimientos sociales.
Como
cualquier cultura, la nuestra tiene sus propios valores y a partir de estas
fuimos enseñados y formados. Desde muy pequeños pudimos haber tenido o no la oportunidad
de relacionarnos con animales, lo más común es que hayan sido nuestras mascotas
como perros, gatos, hámsteres, hurones, etc... Y lo más normal es que hayamos
creados vínculos con ellos, pero personalmente creo que esto no refleja la
situación actual en la cual vivimos, ya que aún estamos en una sociedad donde indirectamente los
animales y los seres vivos en general son mirados como seres al servicio del
ser humano y de los cuales solo podemos
sacar provecho. Esto se puede observar en muchos ejemplos como cuando vemos la
gran concurrencia de las familias cuando llega un circo a la cuidad, o los
paseos del fin de semana hacia los zoológicos donde la mayor atracción es ver a
los animales y saciar las ansias de los niños por conocerlos. Tomamos una
postura totalmente individualista donde solo nos importa cubrir nuestros deseos e ignoramos por completo las
necesidades del otro, en este caso, la de los animales. Nos dijeron que los animales no sienten y, ¿por eso debemos golpearlos o torturarlos? ¿Solo para tener un
rico plato frente nosotros? Éstas son
las preguntas que debemos plantearnos con respecto al daño que les hacemos a
los animales que día a día sufren por maltrato y sobreexplotación debido a
nuestros propios caprichos.
Pero
tampoco podemos ignorar que pese a todo este entorno y marco social hemos
tenido pequeños avances. Podemos verlos en algunas de las últimas manifestaciones en contra del maltrato en los
rodeos, la cual pretendía eliminar esta absurda practica llamada “tradición
cultural”, el considerable aumento de las personas que eligen no comer carne
para no seguir siendo parte de la tortura de las grandes industrias, o incluso
los pensamientos que han adquirido los dueños de mascotas al ser conscientes
que son seres vivos que sienten y que se puede establecer una relación cuando
se aprende a mirarlos y tomar atención a los mensajes que ellos nos dan.
Es
de suma importancia dentro de este tema y más bien dentro de todo tema social
que también tengamos en cuenta la diferencia con otras culturas en donde sus creencias son distintas
y a veces incuestionables. Un ejemplo claro de esto, es el hecho de que en India
no comen a las vacas por ser consideradas un animal sagrado y nosotros en
nuestro país si lo hacemos, pero no con los perros ya que acostumbramos a
tenerlos de mascotas, pero no es así en China en donde perfectamente los
cocinan. En estos tres países las creencias y valores son distintos, son culturas
completamente diferentes y por lo tanto no podemos asegurar que en uno se hace
lo correcto y en el otro no. También sucede que dentro de una cultura, a pesar
de estar todos unidos con las misma creencias, cada individuo que conforma la
sociedad tiene dentro un pequeño mundo con valores y sentimientos que fueron
formados a partir de su historia personal, que determina su sentir y posición
frente a determinados temas y en definitiva
como un espectador de los movimientos sociales.
Personalmente
creo que tenemos muchas herramientas a partir de las cuales podemos iniciar los
cambios, creo que podemos aprender de todo lo que nos rodea, podemos
comprender, mirar, escuchar y actuar a partir de esto. Lo importante es que no
ignoremos, que tomemos conciencia y que nos pongamos en el lugar de otro, solo
necesitamos dejar el individualismo, y comenzar a ser agentes activos de las
cosas que suceden a nuestro alrededor, saber que cada uno de nosotros puede
cambiar de apoco la forma en como sentimos, de cómo nos relacionamos con todos
los seres. Al fin y al cabo creo que todo movimiento social, todo acto
revolucionario (a pesar de su esencia un tanto agresiva) comienza desde que
empezamos a comprender las situaciones de otro, desde que pudimos hacer propias
dolencias que no nos pertenecen pero que podemos comprender porque somos lo
mismo. Si cuidamos y observamos a los animales más de cerca, lograríamos
sentirlos y tratar con más gratitud lo que ellos pueden brindarnos y también
seriamos consientes que hay mucho que podemos
hacer por ellos, visto esto así podremos llegar a tolerar muchas cosas,
crearíamos un cambio de mentalidad en las personas y seriamos mucho mejor de lo
que somos como sociedad hoy en día.
Autora:
Catherine Orellana Rubio
Ingeniería Matemática
Universidad de Santiago de Chile
Ingeniería Matemática
Universidad de Santiago de Chile
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