miércoles, 15 de noviembre de 2017

Vive y deja vivir: ayuda a los indefensos.

Carola Andrea Romero Vargas.
Ingeniería Estadística.
Universidad de Santiago de Chile.

Normalmente nos acostumbran desde pequeños a comer carne y a consumir productos de origen animal, pero ¿es esto realmente lo normal? ¿por qué no podría ser normal no consumir productos de origen animal? Acaso ¿es sano comprar y consumir productos que vienen de animales que fueron torturados con abuso físico y psicológico, luego fueron desmembrados y finalmente asesinados? ¿Es válido que sufra un animal para satisfacer nuestra “necesidad” de comer? Actualmente han salido a la luz muchos movimientos que están en contra de los abusos que se cometen para obtener beneficios de los animales. Los más conocidos son los veganos y vegetarianos.
 Quizás muchas de las preguntas mencionadas anteriormente nos hagan cuestionar lo que consumimos y esa es la idea, de que reflexionemos si está bien que sufran otros para complacernos, aunque sean animales, pues ellos son inteligentes, piensan, viven y sienten. Además de la horrible realidad que deben sufrir estos seres vivos en las industrias, existen más causas para evitar ser un consumidor de carne, por ejemplo, las industrias ganaderas generan una crisis ecológica, ya que producen gases de efecto invernadero, deforestación, escasez del agua y contaminación. Otra razón para no ser parte de esta cadena de crueldad es por querer mejorar nuestra salud y esto comienza por nuestra alimentación cambiando los productos de origen animal por productos naturales (legumbres, vegetales, frutos secos, etc.), pues los productos animales contienen colesterol, grasas saturadas, bacterias fecales y toxinas.
Para combatir esta injusticia existen organizaciones que día a día hacen campañas, intervenciones o eventos para difundir y así obtener más ayuda para lograr su objetivo.
Cumplir el objetivo es difícil, sobre todo en esta sociedad en la cual el comer carne o consumir productos de origen animal es una tradición, un hábito, una adicción o solo por el buen sabor que estos productos tienen, pero esto es algo que podemos cambiar, está en nuestras manos. Como consumidores podemos alterar la oferta y demanda que existe en el comercio de la carne, si cambiamos nuestra dieta a una rica en vegetales y baja o nula en carnes o productos de origen animal, podremos ayudar a esos pobres animales que sufren para satisfacer nuestras “necesidades”. Hagamos un esfuerzo de ser empáticos, si podemos querer, cuidar y hacernos cargos de un perro o gato, ¿por qué no hacerlo con un cerdo, una vaca, una gallina u otro animal que se ve involucrado en esta cadena que su destino es la muerte?
Podemos hacer de este mundo uno mejor, ayudando al medio ambiente, a los animales y al mundo en general, cambiando nuestra mentalidad y evitando el consumo de animales. Este cambio no solo será beneficioso para nosotros, sino para nuestros hijos, nietos, amigos y para todas las futuras generaciones.

Bibliografía:
  • Rachel Nuwer. (2016). ¿Qué pasaría en el mundo si todos fuéramos vegetarianos? BBC. Recuperado de http://www.bbc.com/mundo/noticias-38183563
  • Christopher Matthews. (2006). La ganadería amenaza el medio ambiente. Roma: FAO. Recuperado de http://www.fao.org/newsroom/es/news/2006/1000448/index.html



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