Christian Acosta
Ingeniería Estadística
USACH
El concepto de actos de
discriminación trata sobre cualquier acto que tenga una connotación discriminatoria
hacia una persona o a un grupo de individuos, ya sea a través de la exclusión,
diferenciación, insulto o cualquier tipo de ofensa. Este tema ha causado gran
polémica ya que hay muchas situaciones que pueden confundirse por actos
discriminatorios y que realmente son hechos que ocurren desde la ignorancia,
desde un malentendido o simplemente sin ninguna intención de molestar. Por esto
quiero empezar preguntando ¿Es necesario cuidar el vocabulario por miedo a ser
tildado de discriminador? o realmente el contexto en el que se aplica la situación
determina si estas siendo una persona racista o misógina.
Comenzaré planteando la
siguiente situación: un grupo de amigos tratándose con insultos, hablando groserías,
molestando a un amigo moreno con chistes racistas y tratando de “porros” a los
que le va mal en el colegio/universidad. Todo esto bajo la premisa de que se
conocen hace mucho tiempo y pueden decirse lo que quieran ya que saben que nada
de lo que dicen o hacen va con la intención de hacer sentir mal a la otra
persona. Ahora comparemos esta situación con el otro extremo, una persona
siendo atacada por sus gustos, su nacionalidad, su apariencia o sus creencias. Aquí
claramente hay una diferencia, en el grupo de amigos hay confianza, nadie está
siendo atacado realmente y nadie está siendo discriminador. Por otro lado, en
el segundo caso esa persona está siendo atacada por personas que no conoce o
con quienes no tiene ningún tipo de relación, y claramente existe un odio y repulsión
hacia la persona, esto es realmente un caso de discriminación.
Ahora analizaremos una situación
más complicada. El caso de un humorista que hace humor negro. ¿Es válido enojarse
con esta persona por lo que hace? Personalmente creo que depende, ya que en
este caso sabemos que esto lo hace solo con la intención de entretener, pero,
hay ciertos temas (que van cambiando dependiendo del contexto histórico y
social) de los que burlarse se considera de mal gusto y que la importancia de
que este sea tratado con respeto va más allá que cualquier valor humorístico que
este pueda tener, sin importar la postura que el humorista tenga frente al
tema. Sin embargo, si este no es el caso, el problema no lo tiene el que dice
el chiste o el que se ríe, sino es de quien decide escucharlo y que luego se
ofenda con esto, vale recalcar que esta persona está en todo su derecho de
sentirse ofendido, por lo tanto, la mejor opción sería hacerle saber cómo te
sientes, pero no te garantiza el resultado que esperas.
De esta manera es
importante saber diferenciar cuando se habla de un caso de discriminación y
saber con qué criterios diferenciarlos. Por lo tanto, diré que, sí es
importante el contexto, el saber qué postura realmente tiene esta persona o si
existe algún indicio que demuestre que está siendo discriminadora, y que a
partir de esto se pueda sacar una conclusión y no asumir cosas antes de tiempo.
Importante es entender que tu humor no te hace discriminador, entender de que
lo que hablas no va a transformar tu postura ni tus ideologías, siempre y
cuando esto se tenga en claro o se haya explicado previamente. Así es como
sabremos que aquí no hay un acto de discriminación.
Finalmente haré el llamado
a denunciar cualquier tipo de discriminación, los cuales pueden incluir discriminación,
distinción, exclusión, privación, perturbación o amenaza. Todos tenemos
derechos a tener una vida tranquila libre de prejuicios, sin miedo a ser uno
mismo, ya que todos somos iguales y tenemos los mismos derechos, no importa el
color, religión, sexo o apariencia.
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