viernes, 24 de noviembre de 2017

Eutanasia: el derecho a morir.

Isidora Vasconcellos
Ingeniería Matemática
Universidad de Santiago de Chile

La muerte es, sin duda, uno de los temas más dificiles  y dolorosos para las personas. A lo largo de los años, se han hecho avances médicos con el fin de poder alargar nuestros días, pero ¿Que sucede en el caso de las personas con enfermedades largas y tormentosas que aún no tienen cura? ¿Deben estar obligados a pasar sus últimos días llenos de agonía?. Hoy en la medicina moderna existe una opción, la eutanasia.

Este término etimológicamente está constituido por las palabras "eu" y "thanatos", y significa “buena muerte”, y se puede definir como causar la muerte a un paciente de forma deliberada para poner fin a su sufrimiento. Actualmente esta nueva forma de morir es aprobada en países desarrollados como Bélgica, Holanda, Luxemburgo y algunos estados de Estados Unidos, entre otros, donde, si bien esta medida va contra la ética, se toma como un derecho de la persona sobre su propia vida.

En el mundo de las religiones, hay varias que consideran la vida como un regalo de Dios y es un pecado acabar con ellas  a propósito. Pero la opinión varía entre las comunidades religiosas. Por ejemplo, el actual arzobispo de Canterbury y líder de la iglesia anglicana, Justin Welby, califica este acto como «erróneo y peligroso», pero su predecesor George Carey describe el suicidio asistido como algo "profundamente cristiano y moral". Además, la despenalización de la eutanasia no significa una obligatoriedad absoluta, no se puede imponer algo que tiene como principal objetivo la libertad de decisión, la persona es libre de seguir sus creencias religiosas y morales, optando por una muerte “natural”.

Por un lado es legal aplicarle al paciente fármacos o sedantes para aliviar el dolor, además el paciente puede rehusarse voluntariamente a someterse por tratamientos que alargan el tiempo de vida, pero estos no son más que ejemplos de eutanasia indirecta o pasiva directa, solo que no se les nombra como tal. Considerando esto la sociedad no está realmente en contra de la eutanasia, sino que existe temor de acabar por completo con la vida de otro ya que se le asocia erróneamente a un tipo de homicidio o asesinato.

También, hay quienes aseguran que esta opción no es solicitada por personas libres, sino casi siempre por personas deprimidas, mental o emocionalmente trastornadas ya que han estado sometidos a momentos de gran impacto durante los procedimientos médicos y el posterior diagnóstico de su enfermedad como incurable. Pero Los países en los que se implementó esta facultad tienen una serie de mecanismos para regular el acceso de los pacientes interesados, los cuales deben cumplir con una serie de requisitos especificados legalmente, así como la legitimidad y trasparencia del procedimiento. Además, según un estudio hecho en Oregón donde el suicidio asistido es legal no hay evidencias de que esto suceda, pero sí solo un 6,2% toman esta decisión por dolores intensos en cambio la mayoría lo realiza para «no ser una carga para su familia», esto no implica que no estén en sus facultades mentales para tomar tal medida solo deja en evidencia que las familias deberían mostrar más apoyo a la persona en tal situación para que el fallo sea realmente por su salud y no por factores externos.

La eutanasia es un tema tan reciente como callado, en Chile así como en otros países, no hay grandes discusiones acerca de la despenalización de esta siendo que se le debería dar la oportunidad de debate, no es necesario crear normas internacionales sino que debería considerarse según el contexto de cada país incluyendo factores sociales, religiosos, históricos y morales, en consecuencia se crearían medidas y restricciones de manera individual, ya que si bien los avances médicos han permitido, no sólo otorgar mejores niveles de salud, sino también alargar la vida de las personas, pero aún queda mucho por descubrir y a medida que esto ocurra las leyes también se transforman, nada es permanente.

Bibliografía


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