jueves, 9 de enero de 2020

Mi amigo el negro


Negación y reconocimiento de identidad afrodescendiente
Felipe Mena Peralino

            Primero que nada debo decir que como habitante de Chile y también como habitante de un sector vulnerable de la capital,  he vivido situaciones desde muy pequeño en las cuales puede sentir el negacionismo al compartir con personas de mi edad, sin saber lo que realmente era, ya que veía como un amigo de tés oscura no se sentía identificado con nada de lo supuestamente “nacional”, se sentía  como fuera de la sociedad chilena en general. En situaciones cotidianas las personas se expresaban de diferentes maneras con él, pero una recurrente es la concepción de “negro” igual “otro/extranjero”, lo cual notaba que lo afectaba de gran manera si “supuestamente” era chileno como yo o como mis otras compañeras y compañeros. Lo anterior lo dice de excelente manera Marta Salgado al enunciar lo siguiente “Muchas veces en mi propio país he pasado por extranjera tan solo por mi color, mi pelo rizado, y tengo que decir con orgullo que soy chilena, teniendo que soportar la incredulidad de muchos y muchas” (González de Gispert, 2019). Por ello me cuestione el porqué de este rechazo u ocultamiento de la cultura afro, y descubrir si lo “negro” se encuentra en lo “chileno”.
La identidad de una nación es una cuestión que deriva a una multitud de preguntas en cualquier país, pero en los países alguna vez colonizados por grandes imperios estas se acentúan aún más. Esta interrogatoria afecta directamente a un país como lo es Chile, colonizado hace más de 500 años por el imperio español, el cual conquistó y masacró a mucha de la población indígena que habitaba el territorio, para después asentarse en el territorio con el fin de explotar sus riquezas. Para realizar aquel proceso se usó mano de obra indígena, pero al ser estos considerados súbditos del rey no podían ser esclavizado y deberían recibir un trato digno a diferencia de los “negros” traídos desde África, lo cuales eran tratados como simple mercancía, por ejemplo:
Isidro Patrón vecino de la ciudad de Buenos Aires, residente en Santiago vende a Juan Moreno Chocano, apoderado de Felipe Ulloa vecino de la Ciudad de los Reyes, el esclavo de nombre Miguel de 18 a 20 años, bozal de Casta Angola. El precio de 350 pesos en plata sellada moneda corriente no se sanea de tachas, vicios ni enfermedades públicas ni secretas que hasta el momento no se le han experimentado. El derecho de alcabala fue de 20 pesos pagados por el
Comprador. (Dubinovsky, 1991)
Al llegar los negros, como un sujeto en lo más bajo de la pirámide social, estos se desenvolvieron mayoritariamente en los sectores populares de la población, lo cual nos lleva a pensar que se mezclaron culturalmente en el pueblo del cual saldría la identidad nacional mayoritaria, pero ¿de verdad lo hicieron? Desde el punto de vista de la narración acerca la conformación de la nación, la identidad chilena proviene de la mezcla de lo mejor entre el conquistador español y los indomables Mapuche, donde claramente los primeros poseen una posición de dominancia sobre los segundos. Esta narración provoca una negación al legado de la población africana en la conformación de la identidad chilena, al relegarlos a supuestos simples sujetos que murieron por no adaptarse al clima del país (Dürre, 2017, p. 144/145).
Por ello la cultura chilena se desentiende de lo que realmente es la identidad afrodescendiente ya que como esclavos en los tiempos coloniales fueron nada más que un objeto de jactancia de la aristocracia, para después  pasar a ser negados de toda cultura chilena, para ser considerados de “otros” de “extranjeros” que no pertenecen a este lugar, que debían eliminar su propia identidad para obtener una más acorde al “estándar chileno”, negar su propia identidad para ser tratados como tal, como un chileno más. Pero las personas afro no se han quedado de brazos cruzados frente a estas situaciones y han luchado por el reconocimiento necesario de parte de todas y todos a los orígenes afro que tiene diferentes personas en esta identidad llamada “chilena”, y claramente no podemos olvidar cómo esta cultura sigue expandiéndose desde las personas afro a las personas no afro, enriqueciendo ambos lados y así evitar situaciones como la planteada en el comienzo, donde a un pequeño afrodescendiente se la hace ver que no pertenece al lugar donde vive, teniendo un trato distinto al que reciben los otros niños y niñas de su misma edad solo por tener una tés más oscura que la de los y las demás.
Bibliografía
·         ~ Barrenechea, Paulina Monserrat (2018). Narrativas racializadas y políticas de la memoria en el testimonio de un afrodescendiente en Chile. Athenea Digital, 18(2), e1707. htps://doi.org/10.5565/rev/athenea.1707
·         Dubinovsky, A. D. (1991). EL TRÁFICO DE ESCLAVOS EN CHILE EN EL COMERCIO MUNDIAL EN EL SIGLO XVlll. Boletín americanista, 14, 291–301.
·         Dürre, R. A. (2017). Ricardo Amigo 2017 Bailes "negros" en la ciudad "blanca": reflexiones en torno a una performance de africanidad en Santiago de Chile. ACENO – Revista De Antropología Do Centro-Oeste, 4(7), 141–152
·         Gonzalez de Gispert, J. G. (2019, 11 junio). "Aquí no hay negros": cómo se borró de la historia de Argentina y Chile el aporte de los esclavos y los afrodescendientes. Recuperado 20 junio, 2019, de https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-48508342.


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