viernes, 30 de agosto de 2013

Libros en Chile: un bien para pocos.


Permanentemente se tiene la discusión de los altos costos de la vida, con el constate aumento de impuestos en varios bienes, entre los cuales los libros también se ven perjudican, alejando a muchos de un poco de cultura.

Pero, ¿Qué significa que los libros tengan un 19% de impuestos?, en palabras simples, que el Estado de Chile (Fisco), se adueñe de casi un quinto del valor real de libro. A modo de ejemplo, consideremos un libro de cueste doce mil pesos, en realidad debiera costar nueve mil setecientos veinte pesos. La cifra no es menor, porque pensándolo desde otro punto, el disminuir el impuesto permitiría que sectores son menor poder adquisitivo se animen a comprar, o por lo menos tendrían la posibilidad de acceder a ellos, y así promover una sociedad lectora más amplia, dejando de ser un sector solo para algunas personas.

Actualmente, Chile figura como el país con más alto impuesto a los libros en Latinoamérica y en segundo lugar a nivel mundial, después de Dinamarca con un 25%, pero consideremos que los estándares de vida no son los mismos.

La idea de eliminar el impuesto (IVA) a los libros no se encuentra tan alejada de la realidad, vecinos cercanos como Argentina, Perú, Uruguay y varios otros países latinoamericanos, se encuentran con impuesto 0% para los libros. Sin ir más lejos Bolivia, uno de los pocos países que aplicaba IVA al libro en Latinoamérica (junto a Guatemala y Chile), paso a formar parte del grupo de países que no aplican tal impuesto, luego de que el Congreso de dicho paise aprobara una ley que permitirá, una tasa cero de Impuestos al Valor Agregado y a las transacciones en la venta de libros de producción nacional y extranjeros. 
  
Una vez que dicha ley sea aplicada en Bolivia, el aspecto de América latina será de esta manera:




Actualmente en Chile hay un movimiento reuniendo firmas para la eliminación o por lo menos la rebaja de tal impuesto, ya que sostienen que los índices de lectura en Chile siguen siendo bajos a causa de los elevados precios de los libros, en promedio alcanzando valores promedios de diez mil pesos, obligando a estudiante de media y universitarios a recurrir a las fotocopias para obtener acceso a ellos.

En base a estudios realizados por el Sistema de Medición de Calidad de la Enseñanza en Chile, tres de cada cinco estudiantes obtienen deficientes resultados en las pruebas de compresión de lectura y cuatro de cada cinco chilenos opina que los precios de los libros son elevados y debido a ellos compran pocos.

Al final de cuentas la lectura solo tiene efectos positivos en nosotros, ya que las personas con éste hábito expresan mejor sus ideas, entienden mejor su entorno, tienen mayor éxito profesional (según estudios de la Universidad de Oxford) y tienen mejores relaciones interpersonales. Una sociedad lectora cultiva la curiosidad, la creatividad y finalmente abunda en innovación, lo que lleva a crear riqueza y superar el subdesarrollo en base a innovación.

En definitiva, el problema de fondo va más allá de una simple eliminación de impuestos, y es que el Estado, independiente del Gobierno de turno, no promueven cambios sustanciales en la forma de hacer y promover cultura. Se necesitan políticas a largo plazo que permitan acercar a las personas al mundo de la lectura, pero claramente esto no se logra solo con una simple eliminación de impuestos, pero es innegable que el hecho de hacerlo significaría una buena señal, apuntando en dirección correcta.

Nicole Pérez Oyarce
Ingeniería Civil en Obras Civiles

Universidad de Santiago

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