sábado, 31 de agosto de 2013

Inmigrantes: ¿Queremos vivir en una Aldea Global?

 “La política anti-inmigrantes está condenada a fracasar”. En los tiempos actuales, en este mundo sin fronteras, situándonos en una aldea global en donde todos estamos  comunicados gracias a constantes y sorprendentes avances tecnológicos como Internet, por ejemplo, hablar de razas, hablar de diferencias de colores o de ciudadanos de primera o segunda categoría no están en concordancia con el siglo XXI en que vivimos. Como lo menciona la declaración de los derechos humanos en su 1º artículo: “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.”, lo cual nos demuestra que la equidad social y el derecho a la igualdad son indicadores que deben seguir las democracias sanas y promisorias en el mundo occidental.

Vargas Llosa aborda la temática en un ensayo titulado Los inmigrantes , mirando desde varias perspectivas, en una primera instancia nos cuenta situaciones cercanas y anecdóticas de algunos compatriotas suyos que conoció en tierras lejanas, portando el estigma de la realización de tareas de servicios menores, enfatizando el sentido de lucha por superar profundos problemas sociales, desempleo, opresión y violencia, lo que los lleva a cruzar clandestinamente las fronteras de países prósperos en busca de mejores oportunidades. Una segunda instancia, en el orden temático, que utiliza el autor del texto, está relacionada con el fundamento histórico, aludiendo a situaciones de migración vividas en Europa, Estados Unidos y otros países latinoamericanos en el siglo XIX.


Mario Vargas Llosa


A partir de lo anterior, podemos plantearnos algunas interrogantes:
  • ¿Es válido que una persona quiera superarse, anhele salir de la pobreza, solicite oportunidades, desee hacer valer el derecho a la vida y agote hasta la última instancia para escapar de la condición infernal a la que los gobiernos condenan a sus pueblos?

  • ¿Será pertinente el gasto en las fronteras de las naciones democráticas esplendorosas, de millones de dólares en seguridad, la cual es vulnerada día a día, para atacar la migración demonizada de personas con ansias de superación?

El texto presenta claramente que el inmigrante está asociado a cubrir ciertas labores que ningún otro trabajador, llámese europeo, norteamericano u otro ciudadano de primerísima clase, aceptaría. El inmigrante está marcado, su estigma sería sinónimo de servicio doméstico, mano de obra barata, de obrero no calificado... Un claro estereotipo valorado socialmente, presente en el ensayo de Vargas Llosa, se relaciona con el sentido de superación, los deseos de avanzar en la vida con dignidad para poder construir una familia estable, en un contexto favorecedor que les permita alcanzar la felicidad.


En síntesis, la política de puertas abiertas a la inmigración que muchos países han adoptado, en algunos momentos históricos, han logrado la superación de crisis profundas  y han engrandecido a las naciones; el autor del texto nos dice, y coincido plenamente con él,  que los inmigrantes traen más  beneficios, son más una inyección de vida, energía y cultura que los países deberían recibir amablemente, a adquirir la posición de negarse a ello.


Alejandro Felipe Flores Fernández.
Ingeniería Civil en Obras Civiles.
Universidad de Santiago de Chile.

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