miércoles, 21 de agosto de 2013

El rock: mucho más que una actitud

La música es, sin duda, una maravilla que deleita tanto a hombres como a mujeres, a niños como a ancianos, no discrimina por raza, género, condición sexual, etc. Podríamos decir, entonces,  que la música es transversal al contexto y a la situación de las personas. Nos hace viajar, recordar buenos momentos y superar los malos. Nos da sensaciones.

Pocos géneros dentro del amplio abanico que podemos observar en la historia de la música, se han desarrollado y han generado tantos subgéneros como el rock. Sus orígenes están principalmente ligados al Blues y al R&B, siendo estos dos géneros los pilares fundamentales que sostienen el enorme castillo musical del rock.

Existen un sin número de exponentes de este estilo musical, que si bien poseen características y estilos completamente distintos, convergen a  una categoría común: Rock. Entonces, ¿Qué determina la clasificación del estilo? ¿La estructura musical? ¿El uso preponderante de guitarras? ¿La métrica? ¿El contenido de las letras? No. La base del rock es la actitud.

Distintas bandas han ido experimentando con sus composiciones: ya no usan el tradicional verso-coro, el protagonismo de las guitarras pasó a ser reemplazado por el teclado y hasta incluso el bajo, las canciones ya no son siempre en 4/4 y las letras no hablan solo de amor, tienen contenido social, político y hasta espiritual. A pesar de todos estos cambios las bandas siguen teniendo un núcleo en común que las define y diferencia de las demás. Este núcleo es su actitud. Su actitud desinhibida, casi siempre revolucionaria a la escena musical actual, proyecta un estilo que las diferencia del resto, que las eleva a una posición superior imposible de ignorar por la audiencia. Si observamos bien, esta es la tendencia común que siguen las grandes bandas: parten en un escenario más underground, pero su actitud es la que finalmente los hace famosos.

No hemos tocado el tema de la calidad musical, ya que es un tema sensible debido a la poca tolerancia por parte de las personas más críticas en cuanto a música se trata. Ninguna canción va a ser mala en cuanto posea un trasfondo. Una canción puede tener 3 acordes, pero la interpretación vocal o el sonido de los instrumentos nos pueden hacer sentir, como por otro lado, una canción puede tener una complejidad en cuanto a composición elevadísima pero ser fría como una roca. Si la canción es vacía, creada íntegramente por una aspiración comercial, puede tener un éxito momentáneo, pero está destinada al olvido.  Si la canción posee un trasfondo, y fue concebida como debe ser, mediante el sentimiento, nunca va a ser olvidada. Y esto es común en el rock. Hoy en día existen himnos que son de la época de nuestros abuelos y aun así siguen sonando y transmitiendo la misma energía a tres generaciones distintas.

Ahora bien, dijimos que la base del rock es la actitud, pero ¿podemos decir que el rock es actitud? No. Según D. Krech y R.S. Crutchfield: “Una actitud puede ser definida como una organización permanente de procesos emocionales, conceptuales y cognitivos con respecto a algún aspecto del mundo del individuo”. O sea podríamos decir que el mundo del individuo, en nuestro caso de los músicos, los condiciona a tener una actitud que se ve reflejada en la creación musical. Por lo tanto no se puede tener esta "actitud rockera" por deseo propio. Un músico emergente no puede decidir por sí solo que va a hacer rock.  Son sus circunstancias las que determinan sus motivaciones personales y estas a su vez se reflejan en la música. Es por esto que muchas bandas que se catalogan como "rockeras" no tienen éxito, se olvidan en la memoria colectiva ya que no poseen una actitud que las diferencie, y no la poseen porque sus circunstancias no la crearon en sus integrantes.

Las circunstancias son el cemento que solidifican la base del rock: la actitud, es por esto que no podemos decir que el Rock es solo actitud. El Rock es mucho más que una actitud, es un desarrollo personal direccionado por las vivencias de los artistas. Si tenemos en cuenta todo esto, no nos debería parecer raro que las canciones nos hagan viajar, sentir alivio, pena o amor, en el fondo son los artistas los que nos están mostrando su vida a través del Rock.

 
Francisco Andrés Soto Castro
Ingeniería Civil Industrial
Universidad de Santiago de Chile

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