Milena Rojas Sepúlveda
Ingeniería matemática
Universidad de Santiago de Chile
“Muchas de mis películas
tienen poderosas protagonistas femeninas –chicas valientes y autosuficientes
que no lo piensan dos veces para pelear con todo su corazón por lo que creen.
Ellas necesitarán un amigo, o un secuaz, pero nunca un salvador. Una mujer es
tan capaz como cualquier hombre de ser un héroe” (Miyazaki, Hayao; Director
cinematográfico.)
Durante
muchos años, se ha luchado en la industria cinematográfica de la animación en
demostrar que los héroes aclamados por la audiencia no deben ser sólo hombres,
más aún el deseo latente de que las princesas no son débiles y tampoco
necesitan ser rescatadas, probando que estas pueden ser sus propias heroínas.
Sin embargo, en una cultura patriarcal dónde dibujan a mujeres frágiles, ¿Dónde
podemos ver una historia diferente? ¿Una historia donde las protagonistas no
necesiten un héroe, sino un compañero?
Desde su fundación
en 1985, Studio Ghibli ha significado una verdadera revolución en el cine, la
empresa es un estudio de animación japonés reconocido
como el mejor de las últimas dos décadas; sus historias dirigidas por Hayao
Miyazaki e Isao Takahata han logrado ser distinguidas por todo el mundo, e
incluso han sido aclamadas por los críticos cinemáticos y la audiencia. Sin
embargo, lo que caracteriza por completo al estudio es el desarrollo emocional
de los personajes de cada historia, sobretodo la independencia y la
autosuficiencia de sus protagonistas; pero no es sólo eso lo que resalta de su
industria sino que también los escenarios, la carencia de “protagonistas vs
antagonistas”, la inexistencia de adultocentrismo, e incluso la perspectiva
medioambiental que posee. Es de esta forma ante el amplio espectro que nos
ofrece la industria, que nos centraremos principalmente en el rol que nos
ofrecen las protagonistas de cada historia.
Los
personajes femeninos de cada película presentada por Studio Ghibli son
diferentes y únicas, cada protagonista posee una fuerza emocional e
independencia diferente; e incluso, las distintas edades de cada una no son
impedimento para demostrar la valentía y la autosuficiencia. Esta es
precisamente la idea principal de Miyazaki; sus protagonistas no son princesas
que necesitan ser rescatadas, son heroínas con todos los riesgos y
satisfacciones que encierra el concepto de “Héroe”. En este caso, ¿Qué es lo
que caracteriza a las chicas de las animaciones que las convierten en heroínas?
En primer lugar, no necesitan ser rescatadas por una figura masculina y menos
ser reconocidas por las mismas. Desde Nausicaa, protagonista de “Nausicaa, del
valle del viento”, Sophie de “El increíble Castillo Vagabundo”, Ponyo de “Ponyo
y el secreto de la sirenita”, Chihiro de “El viaje de Chihiro”, San de “La
Princesa Mononke”, entre otras grandiosas personajes, TODAS son chicas
autosuficientes, cuyos objetivos y acciones no giran en torno a la voluntad de
un hombre. Cabe destacar, que esto no solo sucede en las protagonistas, sino
que también en los personajes secundarios y antagónicos femeninos, en ambos
casos son tan independientes y fuertes como las protagonistas; aquí encontramos
a Lady Eboshi de “La Princesa Mononoke”, la Bruja del Páramo de “El increíble Castillo
Vagabundo”, e incluso a la abuela Yubaba de “El viaje de Chihiro”, son ejemplos
claros de caracteres negativos que inspiran respeto.
Por otro lado,
las heroínas de Miyazaki logran sus propósitos sin necesitar constantemente la
ayuda viril, puesto que son mujeres con destreza para combatir, con sabiduría
para comprender el destino que tienen y aceptarlo sin necesidad de demostrar
fragilidad; en este caso, podemos notar a San, personaje principal de “La
Princesa Mononoke” cuyo destino siempre fue proteger el bosque y la vida que
este posee, aun sacrificando su vida para tal objetivo, todo con tal de
preservar la existencia de las especies y del Dios del Bosque; es así como San
da una idea representativa de la variedad de filmes, dando hincapié en el poder
femenino.
Las líderes de estas historias son rebeldes, valientes, determinadas,
trabajadoras, son sabias y grandes estrategas. De hecho, en comparación con las
animaciones de Disney de los años 80’s y 90’s, la desigualdad es abismante; por
ejemplo en 1989, Studio Ghibli publicó la película “Kiky’s: Entrega a
Domicilio”, mientras que Disney publicó “La Sirenita”; en primer lugar, Kiki es
una bruja, que a los trece años debe migrar de casa hacia otra ciudad, para
independizarse y vivir allí; en aquel lugar, ella se enfrenta a situaciones en
donde debe vivir sola, y autovalerse; en cualquier tipo de situación se puede
pensar que ella pudo elegir un destino diferente, sin embargo, Kiki tomando su
propia decisión y determinación prefirió partir lejos del seno de la familia.
Mientras que, Ariel la protagonista de la película Disney antes nombrada, es
una sirena y se enamora de un navegante, pues esta lo salva de una muerte
segura; generando un supuesto “Amor a primera vista”, ella en ese momento
decide entregar su voz a cambio de obtener piernas para estar con él. Desde
esta simple referencia, la desigualdad es amplia, pues Kiki una niña bruja,
decide seguir una tradición y ser independiente; mientras que Ariel una sirena,
da lo único que posee sólo para estar con la primera persona humana que
conoce. Es así como dos películas, de diferentes franquicias, y publicadas
el mismo año; dan puntos de vista diferente en referencia al rol de la mujer.
También
podemos notar los distintos matices de edades y madurez de los personajes en el
mundo cinematográfico Ghibli, precisamente el espectro visual, narrativo,
expresivo y simbólico, son el principal eje al establecer una relación entre
las edades de las mujeres. Es por ello, que en los filmes les corresponde a las
ancianas y mujeres adultas guiar a las más jóvenes con sabios consejos,
contribuyendo firmemente en la formación y desenlaces de la trama. Es así como
la oposición entre la juventud y la responsabilidad es el centro principal en
las mujeres de Miyazaki; de esta manera, cada joven deberá tomar su propio
camino, aun si no están listas, porque “el viaje” que realizarán está lleno de
entusiasmo y miedo, el cual les dejará una enseñanza y la culminación de la
madurez.
En
conclusión, el mundo de animaciones que nos demuestra Studio Ghibli es
realmente potente con respecto a la idea del rol femenino de los personajes que
nos muestran; pues son altamente influyentes en los espectadores, sobre todo en
los adolescentes y niños, pues muestran una idea poderosa de la mujer, dejando
en claro que son igual de valientes y fuertes que cualquier figura masculina.
También en el enfrentamiento del destino con la frente en alto, la
independencia, el autoreconomiento; que los héroes y heroínas son personas con
valores profundos y no figuras estereotipadas que derrotan a grandes bestias; y
la transformación de las protagonistas, quienes a través del aprendizaje de su
realidad, son capaces de enfrentar nuevas soluciones para resolver cualquier
adversidad.
“Para controlar el mal, para vivir la
vida de un auténtico héroe, debes aprender a mirar sin que el odio ciegue tus
ojos. Ver el mal latente en lo que es bueno, y el bien latente en lo que es
malo. Y sin adherirte a ninguno de los dos bandos, dedicarte a preservar ese
equilibrio que existe entre ambos” (Miyazaki, Hayao; Director cinematográfico.)
Con esta cita final, se finaliza el latente poderío de las mujeres del
mundo Ghibli.
Bibliografía:
- https://latinta.com.ar/2017/10/mundos-hayao-miyazaki-disney-japones/
(Gilda; Oct 17, 2017)
- https://www.docsity.com/es/el-papel-de-la-mujer-en-las-peliculas-de-studio-ghibli-1986-2014/4519171/(Álvaro Aceituno, Sara Álvarez, Juan Francisco Barreto, María Jesús Bozada, Sara García; “El papel de la mujer en las películas de Studio Ghibli (1986 - 2014)”.)
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