jueves, 10 de septiembre de 2020

La importancia del lenguaje neutro y el pronombre “elle” en nuestro idioma español.

 

Rocío Villavicencio

Ingeniería Matemática

Universidad de Santiago de Chile

 

Posiblemente la mayoría de quienes lean este ensayo, conocen o han escuchado hablar sobre el “lenguaje inclusivo”. Pues bien, de eso pretendo hablar hoy. Sin embargo; prefiero llamarle lenguaje neutro; ya que considero que esta palabra le define mucho mejor. Encontrar los términos adecuados para describir algo siempre es importante; y en este caso lo primordial de esta herramienta comunicativa, es que no supone información, no se inclina a favor de nadie, y que más bien a causa de esto, resulta ser inclusivo. Señalar lo anterior es valioso porque lo podemos aplicar en lo que sigue: poder darles la validación que merecen a las personas fuera del binarismo de género; eliminar la invisibilización a lo femenino por la supremacía de lo masculino y no suponer identidades (basadas claramente en roles de género). La existencia y utilización del lenguaje neutro son importantes y necesarias en nuestro idioma español.

Esta manera de comunicarse se caracteriza por la no dominación del género masculino por sobre el femenino, y por además, incluir a quienes no entran en este binarismo.

Cada idioma tiene su propia relación con el lenguaje neutro. Por ejemplo el chino posee “他”, que significa “él” y “她”, que corresponde a “ella”. Siendo el primero el cual se utiliza por defecto (de forma similar al español). Interesante es mencionar que ambos poseen la misma pronunciación “tā”, no obstante, esto no lo hace asociable a un pronombre neutral propiamente tal (como lo es el “elle”) aunque al contrario del español, sus adjetivos suelen ser neutros. El inglés tiene una relación interesante con los pronombres, la mayoría de sus calificativos no cargan con género como tal pero sí es cierto que sus interacciones se componen de los tradicionales “he” (significado “él”) y “she” (corresponde a “ella”). Sin embargo este idioma posee un importante pronombre neutral “they” (significado literal “ellos”), el cual ha permitido a muchas personas sentirse cómodas con su no binarismo de género y a la vez usarlo como una regla general para cuando no conocemos los pronombres de alguien. El inglés es un idioma lleno de diversidad al respecto, esta última década estando cargada de neo-pronombres (del original “neopronouns”), los cuales son pronombres no tradicionales que le sirven a las personas no binarias (y a veces a neurodivergentes) a sentirse cómodas con su propio ser, algunos ejemplos son: "xie", "ze", "sie", "hir" y "ey".

Creo que a la hora de reflexionar en torno al binarismo de género en los idiomas, uno interesante es el filipino; el cual posee muchísimos términos sin carga de género tales como “siya”, “niya” o “kaniya”, todos utilizados para referirse a personas de cualquier género. No obstante, otros como “pinay” (para mujeres) y “pinoy” (para hombres) los cuales es importante mencionar que… ¡vienen del español! Es lamentable aprender que una cultura rica en términos sin género fue dañada por nada más y nada menos que la colonización a estos mismos ¡y es que también nos pasó acá! Si bien el Mapudungún (lengua Mapuche) tiene términos con carga de género, importantes como “él” y “la” se reducen a uno: “ti”, a la vez que “ella” y “ello” se representan por “fei” o “fechi”. La colonización de tierras siempre se ha encargado de dejar tradicionalismos innecesarios segregadores ensuciando nuestra rica cultura, es por esto que está en nuestras manos transformarla y llevarla a un lugar que se preocupe por las minorías y nos represente de la mejor manera posible.

“La meta es producir un lenguaje alternativo al imperante y cuyo resultado es la creación de conciencia en torno al problema en sus raíces históricas en cuanto a la articulación entre lingüística y política, particularmente el problema de las políticas lingüísticas” (Bolívar 2019). El lenguaje neutro llevará tan lejos sus reglas según quien lo defina, por mi parte creo que el uso del “elle” es muy importante y afirmo que no podemos omitirlo a la hora de definir esta herramienta.

Lo importante de este pronombre es que no se inclina a un género, como tradicionalmente corresponde la supremacía “él”, que evita suponer pronombres que no han sido mencionados, como sería tratar inmediatamente a alguien con “él” o “la” solo porque al ojo estereotipado le parece que alguien es un “él” o un “la” y por supuesto respetar este anterior como un pronombre que puede o no ser exclusivo y que es válido para muchísimas personas.

Y es que el “elle” partió por una necesidad de la gente que se identifica fuera del binarismo de género  (no hombre, ni mujer), debido a su inconformidad con los usuales “el”  y/o “la”, a buscar un pronombre que les sienta más a gusto y les identifique. En la actualidad, existimos muchísimas personas que nos sentimos cómodas con este pronombre, ya que a pesar no ser exclusivo para, sí fue creado por, y representa a una gran población no binaria.

Sin embargo, creo que a la hora de hablar de este tema es importante mencionar la desvinculación que existe entre los pronombres de una persona, su género y su expresión de este. Los dos primeros nos explican que, por ejemplo, no porque una persona se refiera a si misma por “él”, es hombre, sino que cada quien puede elegir el set de pronombres que más le acomode, porque como cualquier otra parte del lenguaje, los pronombres fueron creados por personas y no deberían tener más trasfondo que solo eso, hacerte sentir a gusto con tu ser y tus interacciones con el resto. Por otra parte el tercer punto es el que me parece el más interesante; empecemos por conocer que la expresión de género la “Manifestación del género de la persona, que podría incluir la forma de hablar, manerismos, modo de vestir, comportamiento personal, comportamiento o interacción social, modificaciones corporales, entre otros” (OTD Chile). Y como los pronombres que cada persona utilice no tienen la necesidad de cumplir con comportamientos específicos, estos no tienen por qué ser tradicionalmente concordantes, es decir, una persona puede ser sumamente femenina y sin embargo ir por pronombres “él”, u otra puede verse muy masculina y solo utilizar pronombres “elle”, etcétera. El lenguaje neutro es sumamente positivo en este aspecto porque al usarse de forma correcta evitamos equivocarnos con los pronombres de alguien debido a juzgarles con estereotipos y tradicionalismos de género.

 

Hasta el día de hoy; el lenguaje neutro sigue generando un disentimiento entre las personas, y por sobre todo, el pronombre “elle”. Este último lamentablemente aún no es válido por la RAE, pero eso no detendrá a quienes nos acomoda el artículo porque las personas no binarias existimos y a muchas el “elle” nos representa, nos valida, nos reconforta y nos coloca en una posición política. Así es como invito reflexionar en torno a lo positivo que es esta forma de comunicarse y a practicar un vocabulario más amigable con las minorías.

 

Bibliografía

Bolivar, A. (2019). Una introducción al análisis crítico del 'lenguaje inclusivo'. mayo 26, 2019, de Creative Commons Sitio web: https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0716-58112019000200355&lang=es#B10

Glosario. Sin fecha de OTD Chile Sitio web: https://otdchile.org/glosario/

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