Diego Contreras Rivera
Ingeniería Matemática
Universidad de Santiago de Chile
“Sin embargo, escogió arquitectura. ¿Por qué?
Pensé que no valía la pena estudiar arte porque en la casa ya me habían convencido de que uno no se podía ganar la vida con eso. Mi familia no estaba de acuerdo y convine con mis padres que estudiaba arquitectura, pero en un sitio donde también hubiera cursos de arte, por eso escogí Rhode Island School of Design (…)”. (Cárdenas, 2017)
Disfrutamos del arte, de todas sus componentes, del cine, la música, la pintura. Admiramos a grandes y maravillosos artistas, sus vidas, sus pasiones, sus motivaciones. Sin embargo, cada vez que alguna persona siente cierto interés de querer ir más allá de lo que se enseña en el aula, hacer algo más con sus pasiones y querer expresar su creatividad, llegan a sus oídos al unísono frases como: “El arte no paga”, “No podrás vivir de eso”, “¿Cómo mantendrás a tu familia?”, “Mejor estudia algo que tenga futuro”, y un largo etc, junto con miradas de decepción, desprecio, incluso tristeza. Esto genera las siguientes preguntas ¿Realmente disfrutamos el arte? ¿Lo sentimos, lo vivimos, o solo es un “espectáculo más” dentro de nuestro consumo? El que se valore tan poco el arte como medio de vida pone en duda ese “disfrute”, muchas veces se nos olvida que detrás de las obras que más nos fascinan y cautivan existen personas que decidieron hacer de esto su trabajo, gente a la cual tal vez le comentaron lo dicho anteriormente, o simplemente desvalorizaron su cometido.
Introduciéndonos en particular en el mundo del cine, podemos notar el poco valor que se le da a nuestro alrededor, sobre todo a las producciones nacionales. El espectador promedio en Chile posee una mirada poco crítica y prejuiciosa, se deja llevar por las opiniones ajenas de supuestas autoridades dentro del rubro, no da oportunidad a lo nuevo, a lo que es fuera de lo común lo tacha y prefiere quedarse dentro de su comodidad. Todas estas características provocan que no se pueda generar una conexión con este mundo, que todo lo que tiene que ver con las propuestas artísticas y los nuevos caminos se vean como algo ajeno, distante, no apto para la mayoría. También podríamos referirnos al rol que juega la gente que ya está inmersa en el cine, que produce, actúa, dirige, los cinéfilos, los críticos, los que se encargan de distribuir y mostrar las obras, muchas veces caen en actitudes que pueden alejar a las masas e incluso a los más fanáticos; la poca cercanía, objetividad y masificación de las mismas críticas que se realizan provocan un profundo desapego para con el público. A pesar de esto, se han generado espacios e instancias que permiten acercar a las personas al mundo del cine, paginas como ondamedia, Youtube, cinechile, ofrecen acceso gratuito a filmes Chilenos de manera online. También existen festivales de cine importantes tanto nacional como internacionalmente, debido a ser estos grandes puntos de encuentro entre medios cinematográficos locales y extranjeros, además de otorgar el espacio para que las nuevas visiones y talentos salgan a la luz; ejemplos de estos son: Festival de cine de Valdivia, Santiago Festival Internacional de Cine, Festival Internacional de Documentales de Santiago, Festival Internacional de Cine de Viña del Mar.
A pesar de estas ventajas y de estos espacios ¿Por qué se sigue subestimando el rol del cine y su valor?
¿Realmente tenemos el tiempo si quiera de cuestionar lo que ronda por nuestras mentes? Esto podría ser una razón por la cual se emiten juicios despectivos en contra de esta profesión, la rapidez del mundo en el que vivimos hace que no podamos darnos el “lujo” de contemplar una obra, de generar una conexión con esta y con el artista, ya que ciertamente estas acciones requieren de mucho tiempo y este, junto con la información, se ha vuelto uno de los recursos más valiosos y, al mismo tiempo, escaso, no porque lo sea en si, esto se debe a los cambios que han surgido en la cultura global, pero este no es nuestro tema a tratar. También existe una fuerte falta de voluntad por parte del ciudadano común para acercarse a estos espacios; en otros casos (que resultan ser la mayoría) el impedimento es mas bien cultural, social y/o monetario, ya que en los ambientes donde se desarrolla la gente en general no se tocan estos temas, ni si quiera se llega al rol de espectador, no hay reflexión ni cuestionamiento, el interés se va a otros lados, otras problemáticas, muchas veces enfatizadas en la supervivencia diaria.
Se pueden contraatacar estos problemas con un acercamiento por parte de los autores y autoridades del cine (del arte y la cultura en general), generar y promover iniciativas como el “Festival de Cine social y Antisocial”, llevado a cabo en poblaciones como La Victoria y El Volcán, talleres gratuitos por parte de la municipalidad o de organización popular como los realizados por la municipalidad de Puente Alto, presentarles a niños y adolescentes en los colegios todo el mundo que se pueden estar perdiendo, las oportunidades que podrían aprovechar y los espacios que podrían ocupar para expresarse. En general, hacer del cine, como medio de expresión, un ambiente popular y grato.
Recompilando las ideas, podemos concluir que la culpa de la desvalorización del arte es compartida, tanto de nosotros los espectadores, como de los artistas y las autoridades del rubro. Nuestra falta de criterio y reflexión hace que nos desconectemos con algo que es intrínseco de nosotros, cuya carencia hace que nos desapeguemos de nuestra humanidad. Esto es lo que podemos rescatar de aquellas ideas, una solución que depende netamente de nuestra voluntad y de la manifestación de nuestras libertades, ya que el problema que recae en estas autoridades, el cual no resulta complicado solucionar a corto plazo, se aleja de nuestro deber. Cabe el generar cambios de índole personal, y preguntarnos el por qué las personas que están a cargo, pudiendo otorgar los espacios y las oportunidades no lo hacen
Bibliografía:
1. Cabrera, M.A. (19 de abril del 2017). Santiago Cárdenas: el ilusionista. El tiempo. Recuperado de: https://www.eltiempo.com/bocas/entrevista-con-el-artista-colombiano-santiago-cardenas-arroyo-79486
2. Torres. D. (1 de julio del 2013). Feciso: “Mirando el cine desde las poblaciones”. diarioUchile. Recuperado de: https://radio.uchile.cl/2013/07/01/feciso-mirando-el-cine-desde-las-poblaciones/
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