martes, 9 de diciembre de 2014

Graffiti ¿arte o vandalismo?

 

Repercusiones tuvo la noticia del domingo 23 de Noviembre sobre el rayado en los vagones del metro exprés, los cuales unirán las regiones Metropolitana y Bernardo O’Higgins. Este hecho ocurrió en el puerto de Valparaíso cuando sólo llevaban un día desde su arribo, y fue rápidamente criticado y catalogado como vandalismo mediante las redes sociales.
Es común que al graffiti se le relacione con vandalismo o destrucción ya que mayoritariamente se encuentran en propiedades privadas o en monumentos históricos, recordada es la noticia sobre los chilenos detenidos por rayar zonas sagradas en el Cuzco, Perú. Estos actos en Chile constituyen un delito con pena de cárcel en su grado máximo.
Sin embargo un graffiti y no la típica firma o tag, sino esos que presentan un diseño con colores llamativos que resaltan entre el gris de los edificios, son una expresión de arte que logra atraer la atención de las personas que transitan por el sector, convirtiendo las calles de la ciudad en verdaderas galería de arte. En el mismo Valparaíso donde fueron rayados los vagones, se encuentran los cerros decorados por esta forma de expresión convertidos en una postal del puerto.
El graffiti además de embellecer o ensuciar la ciudad, dependiendo del punto de vista de la persona que lo mira, entrega un mensaje como toda expresión de arte y últimamente es recurrente ver como usan las paredes de vitrina para entregar mensajes de protesta. Estos mensajes varias veces han traído complicaciones a sus autores, un ejemplo de esto es lo que le ocurrió a Inti Castro, un grafittero chileno, en España en donde realizó una nueva representación del Quijote de la Mancha “El Quijote de la Marcha”, en donde muestra señales de apoyo al movimiento 15M y debido a los reclamos realizados por la comunidad acepto difuminar el mensaje, siendo esta la primera vez que Inti modifica uno de su trabajos terminado.
Un aspecto que perjudica a esta cultura ante la sociedad son los constantes rayados de firma o tag que se pueden ver cotidianamente en las micros, kioscos, etc. los que solo logran ensuciar la ciudad. Es debido a esto que las municipalidad concurren en un gran costo en mantención de lugares publico así como los privados tienen que pintar sus fachadas constantemente, sin ir más lejos la empresa ferrocarriles del estado (EFE) el 2013 gasto 300 millones de pesos, siendo el servicio de la quinta región (Merval) la que incurrió en los mayores gasto con un costo de 230 millones de peso al año.
Es antes estos elevados costos de mantención que las municipalidades y las comunidades facilitan paredes y hasta fachadas de condominios completas para que estos artistas callejeros puedan plasmar sus habilidades, por ejemplo en San Miguel existe un museo al aire libre en donde la fachada de los condominios presentan murales realizados por grandes artistas nacionales tales como Inti y Saile. Esto representa una solución para el problema de los costos ya que estos muros son renovados en el tiempo dando la oportunidad a los grafitteros a poder expresarse.
Pero a pesar de esta solución, muchas veces se ha notado que estos murales terminan rayados por sus propios pares quedando en desmedro la decoración del lugar, que de un lindo mural pasa a una pared llena de rayas. Es antes esto que debe existir un mayor respeto entre los artistas y así obtener una mayor aprobación sobre esta cultura y poder tener así una mayor cantidades de paredes en donde los artistas puedan dibujar sus ideas.
El graffiti logra ser una expresión de arte cuando es en base a un diseño ya sea simple o muy elaborado y esté es bien recibido por la comunidad cuando se respetan los lugares tanto públicos como privado, ya que muchas veces se pueden encontrar muy buenas pinturas en lugares no adecuados tanto como vagones o edificios históricos. Esta cultura ya ha llenado todo los rincones de las ciudades siendo a veces muy gratificante encontrarse con un colorido mural o un simple dibujo.
Lo que realmente seria vandalismo son los tag o firmas que solos son rayas muchas veces inentendibles que se encuentran por montón en las ciudades obligando a las comunidades a incurrir en gastos para poder tapar estas manchas ya que solo son una contaminación visual del entorno y no aportan mucho en la cultura del graffiti.      

Diego Mejías Donoso.
Ing. Civil en Obras Civiles
Universidad de Santiago

No hay comentarios:

Publicar un comentario