sábado, 5 de julio de 2014

LAS BEBIDAS ENERGÉTICAS




Hoy en día es común ver a nuestro alrededor distintas marcas y/o productos que nos ofrecen un mayor rendimiento o ”más energía”, ya sea para trabajar, estudiar o simplemente mantenernos despiertos. Entre estos se encuentran las llamadas bebidas energéticas o energizantes, sin embargo, no todos saben cómo funcionan, sus efectos o lo que puede provocar el consumo excesivo de este producto.

Las primeras bebidas energéticas (o hipertónicas) aparecieron a mediados de los años 80, sin embargo, su masificación se inicia a comienzos de la década del  90, en la actualidad existe un centenar de marcas alrededor del mundo, entre las más conocidas en Chile podemos encontrar Red Bull, Energy, Monster, entre otras. En general  estas bebidas ofrecen al consumidor más energía, mayor rendimiento laboral, menos cansancio y recuperación rápida de la fatiga. Es por esta última característica que muchas  veces es confundida con las bebidas rehidratantes, siendo consumidas por deportistas para la rápida recuperación de líquido. 

Las bebidas energéticas se componen principalmente por cafeína, hidratos de carbono y diversos azúcares de distinta velocidad de absorción, además de aminoácidos, vitaminas, minerales, extractos vegetales, conservantes, saborizantes y colorantes. Siendo la Cafeína una de las favoritas entre los consumidores, esto por la sensación de mayor actividad y velocidad de reacción en estados de somnolencia, cansancio o sueño. Sin embargo, es este mismo ingrediente el más peligroso según los especialistas, debido al alto contenido en combinación a su carácter de adictiva.

Si bien el objetivo no es explicar los procesos bilógicos que están involucrados en el consumo de bebidas energéticas, es importante conocer los efectos debido a la ingesta excesiva de este brebaje, como lo son:

Cambios en el ritmo cardíaco: Las altas dosis de cafeína contenidas en la bebida, provocan una sobredosis que puede derivarse en taquicardias en las que el corazón aumenta su ritmo cardiaco, lo que en algunos casos podría hasta causar algún colapso.
Aumento de adrenalina: Cuando se consumen este tipo de bebidas la persona puede presentar cuadros de ansiedad y desesperación que podrían tardar hasta tres horas en desaparecer.
Deshidratación: Contrario a lo que algunos piensan, estas bebidas no son rehidratantes, quien las toma y además las combina con alcohol, podría presentar un cuadro severo de deshidratación que en casos muy extremos podría llevar hasta la muerte.
Gastritis: La persona podría sufrir ardor en el estómago, además de experimentar molestias al ingerir otros alimentos.
Afecciones a los vasos sanguíneos: Las bebidas energéticas en exceso, provocan vasoconstricción, una irregularidad en los vasos sanguíneos que induce a que se contraigan. Para las personas hipertensas representa un peligro, además, contienen Ginseng, lo que causa problemas en la presión arterial,  generando una crisis que podría derivarse en embolias, derrames e infartos, entre otras complicaciones.
Daño a los riñones: Cuando hay una vasoconstricción severa, órganos como los riñones, ven disminuida la cantidad de sangre que llega hasta ellos, lo que a largo plazo provoca que haya un daño renal intenso, en el que nutrientes y electrolitos son desechados por el organismo, lo que provoca una desestabilización de la presión arterial.

Como podemos ver, los efectos adversos del consumo en exceso de bebidas energéticas tiene un gran impacto en el normal funcionamiento de nuestro organismo, lo que nos hace reflexionar respecto a si el uso de esta bebida es justificado o no, sin embargo, el ritmo y la exigencia de la sociedad actual nos empuja cada vez más, y sobre todo a las generaciones más jóvenes, a probar nuevas formas para mantenernos activos, sin detenernos a veces  a pensar cuáles son las consecuencias de trabajar con una máquina (nuestro cuerpo) a un 120%.

Joel Lucay Pinto
Estudiante de Ing. Civil en Obras Civiles
Universidad de Santiago de Chile

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