En los últimos años se ha visto un marcado incremento en las
energías limpias y renovables, convirtiéndose en un tema común de debate en
distintas situaciones sociales, esto se debe a las actuales problemáticas que
trae consigo el sistema energético mundial. Según los pronósticos actuales, es
inevitable que en un determinado momento la demanda no pueda ser abastecida
llegando así a un colapso del sistema en un corto plazo; ante este escenario
surgen una serie de opciones para la producción energética, entre las que se
destacan: la energía eólica, geotérmica, hidroeléctrica, mareomotriz, solar,
undimotriz y los biocombustibles.
Los problemas que acarrea el actual sistema energético son en
primer lugar que los combustibles fósiles son limitados, estos en un
determinado momento se agotarán, en segundo lugar, la explotación de este
provoca contaminación y un aumento de los gases invernadero, tanto es así se
considera que el sector eléctrico es responsable del 29% de las emisiones de
CO2 del planeta.
Por estas razones se hace necesario el surgimiento de nuevas
tecnologías, estas son las energías limpias y renovables, que se obtienen de
fuentes naturales, virtualmente inagotables,
porque son capaces de regenerarse por medios espontáneos.
Particularmente en Chile, existe un problema
grave de dependencia energética de otros países para su adquisición, que
generalmente va ligado a un alto precio. Un tipo de energía renovable que, si
bien, ha empezado a ser explotado, sin
duda ha hecho de nuestro país uno de los mercados más interesantes a nivel
mundial con respecto a este tipo de recurso energético; denominado “energía solar
fotovoltaica”.
Actualmente existen diversas plantas
de energía solar fotovoltaica en Chile como lo son:
“Central Huayca I (Iquique)” (1.4 MW),“El Águila (Arica) ” (2.4
MW), “Tambo Real (Coquimbo)” (1.2 MW), “Calama 3(1 MW),” “Subsole (Copiapó)(0,3
MW)” y una nueva planta inaugurada recientemente por la presidenta Michelle
Bachelet en Copiapó, llamada “Amanecer Solar
CAP”, esta última se ha convertido en la más grande a nivel Latinoamericano.
Chile enfrenta un gran desafío en
estos días. Requerimos ser un país con mayor equidad en el conocimiento,
cultura, salud, medio ambiente y calidad de vida. Esto es, una evolución de
nuestra sociedad, consciente de la necesidad del desarrollo sustentable con el
medio ambiente; que cultive el conocimiento, desarrollo y aplicación de sus
recursos naturales.
Como país, es importante que haya
una mayor independencia energética, alimentada con una notable proporción de
energías renovables no convencionales (ERNC), esto parte de las aspiraciones y
posibilidades nacionales, que plantean desafíos de gestión, tecnología y
emprendimiento.
La energía eléctrica producida por
medios solares puede ser una solución importante para cumplir con el problema
de la dependencia, la innovación tecnológica ha hecho que la implementación de
esta tecnología sea mucho más rentable con respecto a años anteriores y gracias
al potencial de radiación en el norte grande de nuestro país, podemos lograr
que la energía solar cumpla un rol preponderante en suministrar energía en la
matriz. En otras palabras, concluimos que se necesita de inmediato el
desarrollo de una política energética de mediano y largo plazo, que estimule la
inversión en ERNC, específicamente en el empleo de la energía solar, ya sea en
sus formas solar-térmicas o solar fotovoltaica, para los diversos segmentos de
mercado que existen.
El desarrollo de las ERNC, en
especial la energía solar, ofrece la posibilidad de nuevos componentes,
dispositivos y sistemas para su empleo en sistemas y redes inteligentes.
Finalmente, cabe señalar que es
esencial el desarrollo y la formación de recursos humanos y centros
tecnológicos, que formen líderes conscientes sobre la importancia de las diversas
disciplinas relacionadas a las energías
renovables.
Constanza
González G. Universidad
de Santiago de Chile
Ingeniería Civil Mecánica
Ingeniería Civil Mecánica
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