domingo, 9 de diciembre de 2012

El Gran Dictador


El Gran Dictador, una película sobre una cruda realidad.

“La película muestra la historia de un barbero judío,  que vuelve a su casa años después del fin del La Primera Guerra Mundial, en la cual combatió con el ejército de Tomania, este no recuerda prácticamente nada de su vida pasada y no conoce la situación política actual del país, producto  de un accidente de avión que lo dejo amnésico. Alemania es gobernada por Hynkel, un dictador fascista y racista, el que ha llegado al poder y ha iniciado la persecución del pueblo judío, a quien considera responsable de la situación de crisis que vive el país. Hynkel y sus colaboradores han empezado a preparar una ofensiva militar destinada a la conquista de todo el mundo.” 




El nazismo es una ideología político-social que se encuentra fuertemente criticada en la película “El Gran Dictador” de Charles Chaplin, la cual pretende mostrar cómicamente la cruda realidad que vivió el mundo alemán tras los estragos de La Primera Guerra Mundial y el ascenso al poder de Adolfo Hitler.
El Gran Dictador nos presenta de manera bastante clara el gobierno ejercido por Hitler, donde Chaplin a través de su comedia pretende mostrarnos la realidad Alemana, haciendo una burla de Hitler mediante su personaje Hynkel quien representa  un dictador bastante absurdo, cómodo, infantil, inseguro, incapaz de tomar decisiones de ninguna clase y todavía menos de gobernar una nación.
Uno de los temas tratados con bastante énfasis en la obra es como Hitler busca una raza pura, la cual considera superior a las demás, haciendo una parodia al mencionar como raza pura a los rubios de ojos azules, característica que no se presentaba en Hitler ni menos en su personaje Hynkel.
La creación de esta película en si tuvo una existencia paralela a los hechos reales, Chaplin estudio a Hitler durante cerca de dos años, así definió su proyecto como mezcla de drama, comedia y tragedia que retrataba los pensamientos de un hombre que se creía superhéroe y que pensaba que solo tenía valor su opinión y palabra. El cineasta de hecho utiliza la figura de Hynkel para realizar una brillante parodia de todas y cada una de las ideas políticas, culturales, sociales y económicas del nazismo, desde la superioridad de la raza aria hasta la sumisión incondicional del individuo a la comunidad, pasando por el antimarxismo y el antisemitismo.
Uno de los aspectos fundamentales para referirme a la crítica de la película acerca del régimen nazista, es la manera en la que Chaplin desea denunciar el crudo gobierno de Hitler y la forma en la que mas allá de la parodia y burla pretende dar un mensaje de esperanza, esto está de manera bastante explicita en el último discurso que es emitido por el barbero confundido con Hynkel, mostrándose una evidente oposición a la ideología nazi, cambiando el rumbo del discurso emitido por el dictador a comienzo de la película, donde elude principalmente a los judíos a quienes odia y rechaza, los insulta e incita al pueblo a marginarlos, odiarlos y rechazarlos, en el cual también, anuncia que conquistara el mundo y someterá a su poder para así crear un poderoso ejército con el que conquistara todos los países libres, adueñándose del mundo por la fuerza. Contrariamente el último discurso es bastante claro en demostrar su oposicion, intentando entregar al pueblo esperanza, libertad, que puede existir un mundo unido, solidario y que principalmente si conquistamos de esa manera el mundo sería mejor.
Quizás Chaplin no poseía los conocimientos necesarios sobre tal régimen, pero intentó realizar el mejor retrato sobre su percepción, él mismo declaró en sus memorias: “…Si hubiera tenido conocimiento de los horrores de los campos de concentración alemanes no habría podido rodar la película: no habría podido burlarme de la demencia homicida de los nazis; no obstante, estaba decidido a ridiculizar su absurda mística en relación con una raza de sangre pura…”(1).
Esta película fue tan clara en su visión del nazismo que tuvo una gran censura tal como se expresa en el siguiente fragmento: “…El contexto político de la época impediría que este contundente mensaje de paz y libertad llegara donde tenía que llegar: la película seria prohibida de manera fulminante en Alemania (Hitler ya había prohibido de manera explícita las películas de Chaplin en 1937). Italia y todos los países ocupados por estas dos potencias. Y tampoco se estrenaría en Brasil, Argentina y Costa Rica, entre otros países. En España, la película permanecería prohibida hasta el año 1976.”(2).
Sin embargo, esta película hoy en día es considerado un clásico que sirve para la educación y la información del régimen que impuso Hitler, el cual ha trascendido hasta nuestros días.

(1)    Chaplin, Memorias, 1964.
(2)    Guía Didáctica, http://www.edualter.org/material/pau/dictadore.htm#guia.

Dayham Elizabeth Fuentes Riffo
Estudiante Ingeniería Civil en Minas
U de Santiago.

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