viernes, 2 de agosto de 2019

LOS HOMBRES TOMAN DECISIONES POLÍTICAS PARA LAS MUJERES EN LA DESIGUALDAD DE GÉNEROS.


Universidad de Santiago de Chile
Facultad de Ciencia
Técnicas de la expresión Oral y Escrita
Ingeniería Estadística
Catalina montero

En Chile las mujeres en el ámbito político han sido segregadas por muchos años, actualmente se llevan a cabo un “desafío estructural”, una lucha constante por grupos feministas para producir un cambio significativo en este sentido, es decir, tener una participación activa dentro del gobierno. Es por esto que en el Informe Anual sobre Derechos Humanos en Chile 2018 del Centro de Derechos Humanos de la Universidad Diego portales, se hace énfasis en uno de sus capítulos: “DDHH de las mujeres: avances en los derechos de las mujeres desafían obstáculos estructurales”, en cómo las mujeres han tenido que resolver ésta problemática de la desigualdad entre géneros y de qué forma el Estado chileno apoya las demandas feministas, incluyendo a las mujeres en el Parlamento. Visto así, ¿cómo se ha logrado combatir que hombres tomen decisiones políticas para las mujeres y no qué las mismas mujeres, desde el gobierno, puedan tener el poder de legislar para ellas mismas y poder tener una participación activa en la política?

Con el aumento de protestas feministas el gobierno se ha visto en la necesidad de mermar sus demandas y hacer cambios reales, se han llevado a cabo varios cambios, “Hasta 2015, Chile mostraba escasos avances en la participación política de las mujeres y su presencia en cargos de elección popular.” (Maira, p.8) , esto se ha debido al poco espacio que se le ha dejado a las mujeres para participar de asuntos políticos, estudios de conocimiento general demuestran y solo tomando en cuenta la realidad que las mujeres llevan varios años viviendo, siempre han estado por debajo de los porcentajes de participación y elección masculina en política, por lo que la escasa elegibilidad de mujeres es única y exclusivamente porque son menos que los hombres, no por un tema de capacidades, -se afirma que no es problema de competitividad-, como lo explica la siguiente cita: “de acuerdo con el Observatorio Político Electoral de la Universidad Diego Portales (…) los datos muestran que, en promedio (…) los hombres representaron el 84,6% y las mujeres el 15,4%. Esta brecha de aproximadamente 70 puntos se reduce a cerca de 10 puntos cuando se revisa la elegibilidad por sexo: en promedio, el 30,2% de los hombres y el 22,2% de las mujeres logra ser electo o electa. Es decir, en igualdad de condiciones, ellas resultaron ser tan competitivas como los hombres” (Maira, p.8).

Ante las constantes demandas y el esfuerzo de todas las chilenas de la última década, se comienzan a proponer algunas iniciativas para disminuir esta brecha entre hombres y mujeres, las cuales de traducen en la semilla del gran cambio, “aportaron a la construcción de un sentido social crítico frente a la ausencia de mujeres en los cargos de representación popular.” (Maira, p.9), éstas fueron aportar cuotas de participación femenina en candidaturas y campañas, pero aun así el país se seguía mantenido por debajo de la meta de lograr esta inclusión femenina hasta con la Primera mujer electa como presidente de Chile, Michelle Bachelet que comenzó a marcar la diferencia, “se promulgó la Ley 20.840 que «sustituye el sistema electoral binominal por uno de carácter proporcional inclusivo y fortalece la representatividad del Congreso Nacional»” (Maira, p.9). Con lo que se les obliga a los partidos políticos a aumentar el porcentaje de participación femenina en las candidaturas, con el fin de subsanar la gran desigualdad, de lo contrario se impondrían castigos e infracciones a quienes falten esta ley, por otro lado, también se impulsaron incentivos en dinero para fomentar las nominaciones de mujeres, recursos que podrían favorecer enormemente a los partidos políticos.

Es vital promover la pluralidad política en chile, incentivar la participación femenina es lo mínimo para hacernos llamar un país democrático, es necesario que mujeres desarrollen un papel político para desde ese lugar promover cambios sociales para las mismas mujeres y por fin derribar el patriarcado que nos han heredado. La base de nuestra democracia esta asentada sobre la representación política, no en una sobrerrepresentación política exclusivamente de hombres. Es desde este lugar, en donde recién se pueden comenzar a hacer cambios de mentalidad en una sociedad machista. Actualmente se percibe un importante aumento de senadoras y diputadas, especialmente después de la ley de cuotas promulgada el 2015 “las mujeres pasaron del 15,8% en cada cámara al 23%, lo que se acerca al promedio regional de representación femenina en el parlamento.” (El mostrador, p.1) que es incluso dos veces la elección de una presidenta. Sin embargo, se debe hacer un gran esfuerzo para seguir aumentado la participación femenina en todos los sectores políticos y ser elegidas de la misma manera que los hombres, construir urgentemente nuevas leyes destinadas a la igualdad de derechos. Es esencial modificar estructuralmente la política a través de la inclusión de las mujeres en ella, para así, que las mismas mujeres, puedan hacer leyes para ellas mismas, considerando y atendiendo desde la propia experiencia como mujeres discriminadas, nuevas leyes sociales destinadas a disminuir la desigualdad entre géneros. 


Bibliografía

Informe Anual sobre Derechos Humanos en Chile 2018.Centro de Derechos Humanos UDP, Capitulo: DDHH DE LAS MUJERES: AVANCES EN LOS DERECHOS DE LAS MUJERES DESAFÍAN OBSTÁCULOS ESTRUCTURALES. Recuperado de: 


Mauricio Morales Quiroga, Kevin Díaz y Alexis Marambio, Reforma al sistema electoral binominal. Análisis, simulaciones y actores, Santiago, Observatorio Político Electoral (OBPE), Universidad Diego Portales, 2014.

El Mostrador Braga. (20 noviembre, 2017). Ley de cuotas: mujeres logran histórico aumento en representación parlamentaria. El mostrador, 1.

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