Hoy
en día se habla de trabajo en equipo, como algo fundamental y necesario para contribuir
en el progreso de una organización, para alcanzar metas u objetivos comunes,
que son imposibles de alcanzar de manera individual.
“La
capacidad para trabajar en equipo es, sin duda, una de las competencias más
valoradas cuando se trata de hacer crecer una organización”. Sin embargo, en la
práctica resulta difícil conseguir que se trabaje en equipo de manera eficaz,
debido a la personalidad y disposición individual de cada miembro de un
determinado grupo.
Los
centros educativos son una de las organizaciones que requieren del trabajo en
equipo entre sus miembros, a fin de alcanzar metas u objetivos propuestos, e ir
mejorando los índices de calidad de dicha institución. Tal como lo plantea Halcartegaray
y Soro “Toda institución educativa posee determinados objetivos que están dados
por su proyecto educativo. Tan altos objetivos son sólo posibles de alcanzar si
son asumidos como una tarea compartida, traducida en metas comunes y en una
clara organización que lo permita”.
De
acuerdo a lo anterior, es necesario que los distintos agentes educativos puedan
tener un espacio de encuentro, donde propongan sus diversas ideas, experiencias
y habilidades; y a partir de estas puedan ir generando numerosos resultados o
soluciones en un contexto global de cooperación. Puesto que, “Tradicionalmente
se ha tendido a pensar la escuela como un lugar donde cada uno es únicamente
responsable de su labor, obviando el hecho de que todos los actores son
convocados en dicho espacio por una misma meta, que es en definitiva, el
objetivo de la escuela: el aprendizaje y desarrollo de los niños y niñas”.
Pero,
¿Qué se entiende por equipo?
Según,
Meza se entiende como “un grupo de
personas, profesionales o científicos, organizados para una investigación o
servicio determinado”. Así mismo, “un equipo se constituye cuando un
conjunto de personas se apoya en un proceso de crecimiento que, profesional y
humanamente, le produce satisfacción y la tarea emprendida tiene sentido, tiene
una razón de ser, o sea tiene una misión que cumplir”
A
partir de estas definiciones se puede dilucidar que el trabajo en equipo es más
que un simple grupo de trabajo, en este confluyen un conjunto de personas que se
reúnen en torno a un líder, que se encarga de la distribución de
responsabilidades (liderazgo compartido y no absoluto). Donde para que los
roles de liderazgos compartidos se realicen de forma apropiada, “habrá que
conocer los desafíos y dificultades inherentes a la función que la persona debe
desempeñar y los objetivos a lograr”.
Además “un equipo es un
grupo de personas con capacidades diversas y complementarias, comprometidas con
un objetivo en común formalmente explicitado”. Siendo importante considerar el
compartir actividades y objetivos, de manera respetuosa, mediante la
construcción de consensos y aceptación de diversos puntos de vista que puedan
existir. De esta manera la base del trabajo es la confianza, el compromiso y la
responsabilidad; donde es el director y el equipo directivo los encargados de
brindar un ambiente óptimo entre los miembros de la comunidad,
proporcionándoles un marco de referencia, una visión, misión y un propósito. Puesto
que, “Un mal ambiente no sólo afecta el desarrollo social y afectivo de los
actores, sino que también afecta el proceso de enseñanza-aprendizaje que se
produce en el aula, puesto que interfiere en las interacciones existente entre
los distintos agentes educativos”.
Si no se contara con un
equipo de trabajo cada miembro de la organización realizaría lo suyo sin la necesidad de
interactuar con otros, donde el ambiente se volvería hostil y frío. Además las
exigencias estarían claramente definidas, donde habría una sola persona a quien
se le obedecería y no todos manejarían la misma información, la cual es
necesaria para llevar a cabo objetivos.
Vivimos
en una realidad cada vez más plural, que requiere de personas que aprendan a
trabajar en equipo, para poder enfrentar los retos educativos y sociales que se
van generando, mediante la interacción del entorno en el que se encuentran
inmersos. Donde más miembros de una determinada institución estén más
comprometidos, organizados y posean un clima de trabajo cálido y de confianza, mejores
y más efectivos serán los resultados, al permitir que sea más fácil la
consecución de los objetivos o metas
propuestas.
Diego Escobar Lagos
Ingeniería Civil en Informática
Universidad de Santiago de Chile
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