jueves, 16 de enero de 2014

Nuestra independencia se contradice con la transnacionalización de nuestros recursos naturales.

¿Qué celebramos para el 18? Si la “independencia” se contradice con que a Chile lo han  vendido.
Los recursos naturales, lo que nos entrega la naturaleza, patrimonio ambiental, madre tierra, está en manos (avalados sólo por papeles) de unos pocos, que las obtuvieron con truculentos y engañosos acuerdos, protegidos por las leyes que los politiquillos, marionetas de las corporaciones, votan entre y para sus conveniencias.

Este sistema que impera al mundo, nos tiene en una crisis ecológica, entre tantas, donde se ha privatizado y transnacionalizado el patrimonio ambiental. Se basa en el crecimiento económico y a través de los medios masivos de comunicación, que es la capucha de estos sin rostro, nos embolinan la perdiz, diciendo que está creciendo el PIB y otro tanto indicador. Pero los que ganan son los mismos, las desigualdades sociales crecen aún más y el planeta paga la cuenta. Le ponen cifras a lo que se les cruce, sobreexplotando los recursos naturales, lo que trae impactos multiescalares, desde cambios climáticos a la perdida de la biodiversidad del planeta, degradación y extinción de ecosistemas naturales únicos, sin importar la contaminación del agua, aire y tierra.

En Chile ya se vendió toda el agua, fuente de la vida, desde que se determinó el código de aguas, dictado por la dictadura, y terminada de vender en los gobiernos de turno, generándose un “mercado de agua” lo que llevo a una centralización de esta. El 81% pertenece a ENDESA, en su momento estatal, vendida a privados nacionales, vendida a capitales españoles y hoy propiedad de la italiana ENEL. Usada su mayoría en procesos energéticos, habiendo 108 comunas en emergencia hídrica el 2012.

Los minerales de la tierra, el código de minería del 83 reestableció el dominio privado sobre los yacimientos mineros por un tiempo indefinido a cambio del pago de una patente mínima anual. En el caso del cobre, el 2008 Chile produjo el 34,2% de la producción mundial, el 72,6% perteneció a mineras privadas en su mayoría grandes transnacionales. Pero  también produjeron graves daños ambientales y una herencia tóxica. Ya en el 90 en Chile existían 149 depósitos de residuos sólidos y 717 tranques de relave en operación, 300 de ellos con deficiencias de seguridad, filtración de tóxicos a cursos de agua, e impactos a las ciudades y pueblos mineros. En la región de Antofagasta la minería utiliza sobre mil litros por segundo de aguas subterráneas, afectando a bofedales y humedales, así como a las comunidades Aymaras y Atacameñas. Además de la destrucción de grandes superficies de glaciares en la cordillera de los Andes.

Las madereras transnacionales, también concentrada en unos pocos,  están desplazando el bosque nativo junto con su flora, fauna y sus indimensionables beneficios, con monocultivos de especies exóticas (pino y eucaliptus). Estudios de AIFBN demostró que entre 1975 y 2000 hubo una reducción del 67% del bosque en el sector del rio Maule y Cobquecura, lo que también ocurre en regiones de más al sur. Además del impacto que tienen estas especies exóticas en las cuencas hídricas y el uso de tóxicos que amenaza la salud de las personas. Esto ha provocado luchas territoriales con la gente local y la nación Mapuche, y aparece el estado criminalizando y aplicándoles ley antiterrorista, por el hecho que querer reivindicar y recuperar parte del territorio Mapuche ancestral despojado, a punta de fusil y engaños, a lo largo de tantos años.

Y sigue la pesca. Desde épocas sin memoria, que el mar nos ha dado sustento. Existe evidencia de que el Homo sapiens pesca en los mares desde hace aproximadamente 42.000 años. En Chile para variar, saquearon el mar. No son mas de 10 los saqueadores. Que entre pesca de arrastre y de cerco no dejan ni piedras. Y las leyes los avalan, si estan todos coludidos, incluso les ponen restricciones a los pescadores artesanales, verdaderos artistas y de pesca sustentable. La pesca industrial mundial llego en 1996 a su maximo de 90 millones de tonelada, de ahí a comenzado a disminuir. Se estima que si se sigue el mismo ritmo de explotacion a la mitad de este siglo las poblaciones de especies que pescan enten extintos.

Y ahora quieren privatizar las semillas. Algo tan intrinseco. No tienen límites.

No se trata de volver a las cavernas, sino de sustentabilidad y lo que queda de patrimonio natural sea nuestra mejor herencia como sociedad.

Disfrutar mas de la naturaleza, única, sólo aquí en una pequeña, mínima parte del universo … los extraterrestres tendrán otra … donde somos afortunados de tener montañas nevadas que se salen del mapa, unas que respiran tranquilas y otras no tanto, una costa donde el viento y sus olas, espectaculares, diseñan la forma de la roca y de la arena. Desiertos floreados, el más árido  y otro blanco, pampa, patagonia alucinante, señores ríos que se juntan sin discriminar todos en su muerte. Tanto valle donde la tierra explica a las mujeres y a los hombres. Bosques milenarios donde los arboles cantan y la tormenta les responde. Mañanas tranquilas y noches cósmicas. Flora y fauna que nos muestran que nosotros somos los equivocados, más, más y más.


Un Chile mágico, que hay que recuperar, y si han caído civilizaciones como los Egipcios, Roma, los Mayas … un día pronto será. 






Álvaro Yávar Aguirre
Departamento Ingeniería Geográfica
Ingeniería Ambiental

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