¿Qué celebramos para el 18? Si la
“independencia” se contradice con que a Chile lo han vendido.
Los recursos naturales, lo que
nos entrega la naturaleza, patrimonio ambiental, madre tierra, está en manos
(avalados sólo por papeles) de unos pocos, que las obtuvieron con truculentos y
engañosos acuerdos, protegidos por las leyes que los politiquillos, marionetas
de las corporaciones, votan entre y para sus conveniencias.
Este sistema que impera al mundo,
nos tiene en una crisis ecológica, entre tantas, donde se ha privatizado y
transnacionalizado el patrimonio ambiental. Se basa en el crecimiento económico
y a través de los medios masivos de comunicación, que es la capucha de estos
sin rostro, nos embolinan la perdiz, diciendo que está creciendo el PIB y otro
tanto indicador. Pero los que ganan son los mismos, las desigualdades sociales
crecen aún más y el planeta paga la cuenta. Le ponen cifras a lo que se les
cruce, sobreexplotando los recursos naturales, lo que trae impactos
multiescalares, desde cambios climáticos a la perdida de la biodiversidad del planeta,
degradación y extinción de ecosistemas naturales únicos, sin importar la contaminación
del agua, aire y tierra.
En Chile ya se vendió toda el
agua, fuente de la vida, desde que se determinó el código de aguas, dictado por
la dictadura, y terminada de vender en los gobiernos de turno, generándose un
“mercado de agua” lo que llevo a una centralización de esta. El 81% pertenece a
ENDESA, en su momento estatal, vendida a privados nacionales, vendida a
capitales españoles y hoy propiedad de la italiana ENEL. Usada su mayoría en
procesos energéticos, habiendo 108 comunas en emergencia hídrica el 2012.
Los minerales de la tierra, el
código de minería del 83 reestableció el dominio privado sobre los yacimientos
mineros por un tiempo indefinido a cambio del pago de una patente mínima anual.
En el caso del cobre, el 2008 Chile produjo el 34,2% de la producción mundial,
el 72,6% perteneció a mineras privadas en su mayoría grandes transnacionales. Pero también produjeron graves daños ambientales y
una herencia tóxica. Ya en el 90 en Chile existían 149 depósitos de residuos
sólidos y 717 tranques de relave en operación, 300 de ellos con deficiencias de
seguridad, filtración de tóxicos a cursos de agua, e impactos a las ciudades y
pueblos mineros. En la región de Antofagasta la minería utiliza sobre mil
litros por segundo de aguas subterráneas, afectando a bofedales y humedales, así
como a las comunidades Aymaras y Atacameñas. Además de la destrucción de
grandes superficies de glaciares en la cordillera de los Andes.
Las madereras transnacionales,
también concentrada en unos pocos, están
desplazando el bosque nativo junto con su flora, fauna y sus indimensionables
beneficios, con monocultivos de especies exóticas (pino y eucaliptus). Estudios
de AIFBN demostró que entre 1975 y 2000 hubo una reducción del 67% del bosque
en el sector del rio Maule y Cobquecura, lo que también ocurre en regiones de
más al sur. Además del impacto que tienen estas especies exóticas en las cuencas
hídricas y el uso de tóxicos que amenaza la salud de las personas. Esto ha
provocado luchas territoriales con la gente local y la nación Mapuche, y
aparece el estado criminalizando y aplicándoles ley antiterrorista, por el
hecho que querer reivindicar y recuperar parte del territorio Mapuche ancestral
despojado, a punta de fusil y engaños, a lo largo de tantos años.
Y sigue la pesca. Desde épocas
sin memoria, que el mar nos ha dado sustento. Existe evidencia de que el Homo
sapiens pesca en los mares desde hace aproximadamente 42.000 años. En Chile
para variar, saquearon el mar. No son mas de 10 los saqueadores. Que entre pesca de arrastre y de cerco no dejan ni piedras. Y las leyes los avalan, si estan todos coludidos, incluso les ponen restricciones a los pescadores artesanales, verdaderos artistas y de pesca sustentable. La pesca industrial mundial llego en 1996 a su maximo de 90 millones de tonelada, de ahí a comenzado a disminuir. Se estima que si se sigue el mismo ritmo de explotacion a la mitad de este siglo las poblaciones de especies que pescan enten extintos.
Y ahora quieren privatizar las semillas. Algo tan intrinseco. No tienen límites.
No se trata de volver a las cavernas,
sino de sustentabilidad y lo que queda de patrimonio natural sea nuestra mejor
herencia como sociedad.
Disfrutar mas de la naturaleza, única,
sólo aquí en una pequeña, mínima parte del universo … los extraterrestres
tendrán otra … donde somos afortunados de tener montañas nevadas que se salen
del mapa, unas que respiran tranquilas y otras no tanto, una costa donde el
viento y sus olas, espectaculares, diseñan la forma de la roca y de la arena.
Desiertos floreados, el más árido y otro
blanco, pampa, patagonia alucinante, señores ríos que se juntan sin discriminar
todos en su muerte. Tanto valle donde la tierra explica a las mujeres y a los
hombres. Bosques milenarios donde los arboles cantan y la tormenta les responde.
Mañanas tranquilas y noches cósmicas. Flora y fauna que nos muestran que
nosotros somos los equivocados, más, más y más.
Un Chile mágico, que hay que
recuperar, y si han caído civilizaciones como los Egipcios, Roma, los Mayas … un
día pronto será.
Álvaro Yávar Aguirre
Departamento Ingeniería Geográfica
Ingeniería Ambiental
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