miércoles, 22 de enero de 2014

Biotecnología y la tormenta genética. 


Dentro de las áreas que han tenido mayor desarrollo en la biotecnología podemos

mencionar la biotecnología verde, o aquella relacionada con la industria forestal y vegetal,

la biotecnología de los bioprocesos y la biotecnología sintética.

Antes que todo, debemos definir que es la biología sintética. Esta biotecnológica nace de

la conjugación de la ingeniería biológica y de las herramientas computacionales para

diseñar y construir nuevos elementos biológicos artificiales (sistemas que no existen en la

naturaleza nativamente). Además permite el rediseño de los actuales organismos

biológicos, transformándolos para un fin determinado.

Industrialmente la biotecnología sintética tiene grandes capacidades para afrontar

desafíos que antiguamente no era posible ni siquiera intentar resolver. Es de común

conocimiento dentro de la comunidad científica que las herramientas desarrolladas en

esta biotecnología han sido de gran valor para la industria y el público en general dado el

valor agregado que han adquirido los productos.

Internacionalmente la gran capacidad de la biología sintética, en lo relacionado a la

conectividad de circuitos de partes biológicas para procesar colectivamente operaciones

lógicas, tiene aplicaciones prácticas muy interesantes, como lo son; biosensores,

biomedicina y en la producción de biocombustibles, biomateriales, y otros productos

Sin embargo, a pesar de lo promisorio que se puede ver el desarrollo de esta ciencia, es

necesario acotar su actuar.

Actualmente a pesar de que las leyes y reglamentos nacionales relativos a la

biotecnología pueden aplicarse a algunos aspectos de la biología sintética, no hay un

esquema regulador integral para ella a nivel nacional o internacional. Las normas y

procedimientos para la transferencia, manipulación y utilización de organismos vivos

modificados en el marco del Protocolo de Cartagena sobre Seguridad de la Biotecnología

y del Protocolo de Nagoya-Kuala Lumpur Suplementario al Protocolo de Cartagena sobre

Seguridad de la Biotecnología, no se extienden lo suficiente para cubrir los

organismos sintéticos o a partes genéticas desarrolladas por la biología sintética.

En la Convención de Toxinas Biológicas y Armas se abordan algunos de los riesgos de

bioseguridad asociados con la biología sintética, pero no existe un órgano

intergubernamental que se ocupe de los impactos potenciales de la biología sintética en el

uso del suelo, de la biodiversidad y de los medios de sobrevivencia asociados. Del mismo

modo, los posibles impactos de bioseguridad de la biología sintética, sobre la

conservación y utilización sostenible de la diversidad biológica no están siendo abordados

por los órganos intergubernamentales.

A modo de ejemplo podemos citar lo descubierto por científicos de la Universidad de

Florida, quienes han detectado la presencia de una extraña enfermedad que afecta al

fitoplancton y a las comunidades bacterianas gracias a una mutación del ADN.

Luego de las investigaciones realizadas en el área, existe evidencia de que la empresa

multinacional BP ha utilizado microorganismos sintéticos para limpiar el petróleo en el

Golfo de México, esto derivado del accidente en la plataforma de extracción de petróleo

del fondo marino. Al producirse un flujo continuo de petróleo y gases tóxicos en el Golfo,

se planteó el problema de cómo detenerlo, como no se podía con los medios disponibles,

la única solución al problema era encontrar una forma de eliminarlos antes de que

alcanzaran la superficie en grandes cantidades.

En este sentido, científicos de la empresa BP plantearon lo siguiente; “Se puede introducir

material genético en los microorganismos nativos a través de un bacteriófago, para

aportar ADN a los microbios locales, lo que les permitiría romper las moléculas de

petróleo. Un laboratorio podría crear un organismo completamente nuevo para su

desarrollo en el mar, alimentándose de petróleo, el alimento que necesita para vivir…”

Además Mike Utsler, director de las operaciones de BP que restaura la costa del Golfo de

México, declaró que “Hay una nueva forma de microbiología que está atacando las

manchas de petróleo, usándolas como alimento”.

Desde el punto de vista de BP la solución al problema es claro, sí se puede eliminar la

mancha de petróleo en el mar por medio de microorganismos sintéticos. Pero cuál es el

costo de esta solución para el medio ambiente, y más aún para la humanidad.

Recientes investigaciones hablan de que estos microorganismos sintéticos producen

mutaciones en los microorganismos naturales, alterando el ADN de las especies nativas y

así interviniendo de forma negativa la cadena alimentaria, afectando a toda la masa

biótica, incluidos los seres humanos. Así las investigaciones concluyen que la misteriosa e

inexplicable enfermedad de los peces, mamíferos marinos, animales, aves, árboles,

plantas y los hombres en la zona del Golfo de México, estarían ocurriendo a causa de que

los genomas sintéticos empleados por la empresa BP producen mutaciones en los

organismos naturales de los océanos y del aire.

La empresa multinacional del petróleo BP empleó técnicas de biología sintética para

lograr una solución, pero esto solo se transformó en una tormenta bacteriana que afecta y

afectará la salud de las personas en contacto con la zona contaminada.

Finalmente, cabe preguntarnos. ¿Esto es culpa de la biotecnología?, ¿Es culpa de

quienes aplican biotecnología? ¿De quién es la culpa final por estas catástrofes al medio

ambiente?. La respuesta es compleja, pero lo que está muy claro es la pobre legislación

que tiene biotecnología internacionalmente y más aún en Chile.

La biología sintética, se está desarrollando rápidamente, y lo seguirá haciendo con poca o

nula supervisión a pesar de conllevar una gran incerteza en sus resultados. Los sistemas

estándares de evaluación de riesgos y análisis de costo-beneficio basado en los enfoques

reguladores de la biotecnología actuales son insuficientes para garantizar la protección de

la población y el medio ambiente.

Para concluir, ¿Qué tan lejos estamos de que en Chile ocurran desastres en el medio

ambiente como los ocurridos en México? ¿Tenemos una legislación actualizada?, aun

cuando las respuestas no sean las prometedoras, ¿Podemos tener alguna participación

como ciudadanos en todo esto?.
Luis Rojas

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