domingo, 8 de septiembre de 2013

Partenariado Público-Privado, un ejemplo concreto

El concepto asociado al partenariado público-privado (PPPs), hace referencia a una relación contractual que se lleva a cabo por parte del mundo privado y el sistema público para entregar bienes o servicios de carácter público. Los PPPs reconocen que ambas partes tienen ciertas ventajas con respecto a la otra en el desempeño de sus funciones. Por consiguiente, cada sector se centra en la realización de las tareas en las que está más especializado. El objetivo del PPP consiste en estructurar las relaciones entre las partes, de forma que los riesgos que puedan aparecer sean controlados por las mismas y se alcance un mayor valor gracias a la explotación de las aptitudes y la competitividad del sector privado.
Entendiendo el significado de PPP, podemos comenzar el análisis enfocado a una obra pública que se haya desarrollado de esta manera en nuestro país. Es importante comprender como el Estado realiza este tipo de contratos para analizar las ventajas y desventajas que presenta esta relación público-privada en la creación de bienes públicos. En este ensayo analizaré las concesiones de rutas y carreteras por ser un aspecto muy importante para el país.
La creación de bienes público-privado en nuestro país se encuentra en pleno desarrollo, en la última década la participación de los privados en la creación de obras públicas ha ido creciendo exponencialmente, lo que nos dice que el Estado ha preferido utilizar esta herramienta para crear obras públicas. Dentro de este marco, la creación de rutas y carreteras siempre ha sido un aspecto muy importante para el desarrollo del país, siendo en un principio labor del Estado crear las conexiones viales a lo largo de todo el país para entregar conectividad, generar desarrollo, aumentar el comercio, etc. Lo más evidente de todo esto, es que el Estado no tiene la capacidad técnica y monetaria para desarrollar todos los proyectos viales del país, por lo que opta por recurrir al sistema privado para realizar este tipo de obras.
Poniendo un ejemplo más concreto vemos como la concesión de una autopista como “Autopista Central” funciona en base a los cuatro parámetros de R. Prud’homme.
Primero, la inversión realizada en la construcción de la autopista significó una inversión muy elevada, cercana a los U$883 millones dejando en claro la incapacidad del Estado para financiar con fondos propios este tipo de proyectos, siendo una inversión de tanto capital los privados toman el control de la obra por una cantidad de tiempo extensa (20-40 años).La capacidad técnica para realizar este proyecto es de una alta complejidad, el nivel de profesionales requeridos para el diseño de estos mega proyectos es bastante alta, siendo más probable que los privados tengan los recursos para adquirir a este tipo de trabajadores. Este proyecto realizado por el sector privado, se realiza con la intención de obtener utilidades en el futuro, ellos aprovecharan la concesión de la carretera para cobrar por la utilización de esta, siendo la persona natural la que deba pagar por su uso. Dentro de este punto el Estado fija los montos de los cobros, aunque también permite al privado aumentar el precio de los cobros según se avanza en la concesión.
Por último se habla de un área pertinente para ofrecer el servicio, ya que el privado no realiza proyectos con la intención de mejorar la conectividad, sino que su fin último es la búsqueda de utilidades. Si el lugar donde se busca crear un bien público no es beneficioso para el sistema privado, no se construirá  el proyecto, siendo en estos casos donde interviene el Estado.

Los beneficios de contar con el PPP son bastantes, el interés de los privados en proyectos como la construcción de autopistas es sumamente alto, mejorando la conectividad a un bajo costo para el Estado además de otorgar beneficios a las personas que utilizarán este tipo de servicios. Por otra parte la creación de PPP puede significar abusos del sector privado sobre los consumidores, ya sea por la baja fiscalización por parte del Estado o por mala formulación de los contratos de concesión. Por esto, es indispensable que el Estado se preocupe de generar contratos y fiscalice de forma pertinente, tomando en consideración que el privado no pase a llevar en ningún momento al usuario final. De todas maneras la creación de PPPs es más beneficiosa que perjudicial.

domingo, 1 de septiembre de 2013

El acceso a libros en Chile, pasos para su democratización



Durante los últimos años, las políticas públicas de acceso a los libros a la población en general, han marcado un avance significativo en comparación a décadas anteriores. Esto necesariamente ha llevado a que un sinnúmero de instituciones tanto públicas como privadas, promuevan la creación de nuevas instancias para acercar el libro.La mayoría de los estudios internacionales, que centran su estudio en el mejoramiento de la lectura, han reconocido la importancia, que tiene el fomento de esta desde la niñez, en donde no sólo importa el "leer", sino también la calidad de lo que se lee.


Es así, como el aumento de bibliotecas a nivel nacional ha sido una propuesta que ha encontrado muchos adherentes, pues no tan sólo en las bibliotecas actualmente se pueden encontrar libros, sino también actividades culturales, medios audiovisuales, plataformas de internet, en donde estos formatos también pretenden acercarse a un público más heterogéneo.Sin embargo, a pesar de existir un real interés de las autoridades por acercar la lectura a la población, no sólo se necesita crear más bibliotecas, sino también un completo programa que fomente desde los hogares el hábito lector. La gran desigualdad que existe en Chile, se refleja también en la gran diferencia entre quienes poseen una gran cantidad de libros por hogar, en donde las familias con mejor nivel socieconómico tienen un mayor acceso a estos, mientras que en familias de niveles socioeconómicos más bajos casi no poseen libros en sus hogares. Este dato permite comprender entonces por qué no basta con instalar más bibliotecas, sino también la importancia que tiene generar instancias en donde estas desigualdades se vean disminuidas.


Por otro lado también, es de importancia considerar el valor que tienen los libros en Chile. El impuesto de estos al igual que todos los productos en las ventas y servicios, alcanza un 19%, siendo unos de los más altos del mundo, en donde quizás el problema no sea el IVA en general, sino el excesivo precio que se cobra ya sea por el lugar en donde estos se venden o por la editorial que representan, por lo que el precio de libro, es el responsable de sustentar también a las librerías. Por esto entonces, se podría considerar que tener un libro es un lujo al que no todos pueden tener acceso, y he aquí el problema.No basta olvidar que el tener mayor acceso a los libros, permite formar ciudadanos más autónomos y libres, pues los libros promueven la imaginación, desarrollan el pensamiento crítico, permiten tener una mayor conciencia del mundo e incluso de la propia realidad, es así como mientras más se lea, más libre se es. 


Junto con todo esto entonces, es posible ver que para llegar a crear una sociedad más justa e igualitaria, el acceso a los libros debe ser democratizado, debe ser necesario que todos puedan acceder a estos, y que también existan políticas reales de mejora, ya sea ampliando el horario de atención en las bibliotecas, aumentando las bibliotecas y mejorándolas en las escuelas, disminuyendo el precio de los libros y muchas otras reformas que se encaminen al acceso de estos, pero por sobre todo dejar de ver al libro como un lujo, al que sólo algunos pueden acceder.



                                                                                Nicolás Muñoz Valdés
                                                                                Estudiante Ingeniería Civil en Minas
                                                                                Universidad de Santiago de Chile





 

La Salud en Chile

El sistema de salud en nuestro país, según Gonzalo Martner, interviene sobre bienes privados y sobre bienes públicos. Esto debido a que existen sistemas de oferta de atención privada de salud y la oferta pública subsidiaria de la salud o gratuita (dependiendo del caso). En este ensayo analizaremos la manera en que el Estado provee de salud a su población y como equipara todos los factores que influyen en tipo  de servicio entregado, ¿Es posible mejorar el desarrollo de la salud pública? Realizo esta pregunta ya que es sabido que el sistema público de salud no se identifica por entregar un servicio de calidad hacia sus usuarios, más bien presenta graves falencias que obligan a dudar de la gestión realizada por el Estado y como éste, enfoca las políticas públicas en esta materia. 
La provisión de salud por parte del Estado hacia todas las personas (universalidad), se debe a distintos factores que inducen a los gobiernos a asegurar el acceso universal a la salud. Por una parte se debe a la existencia del riesgo moral entendiéndolo como situaciones en las que un individuo tiene información privada acerca de las consecuencias de sus propias acciones y sin embargo son otras personas las que soportan las consecuencias de los riesgos asumidos[1]. Esto origina los altos costos de salud en los sistemas privados, obligando a los gobiernos a asegurar el acceso universal a la protección frente a los grandes riesgos sociales. Por otra parte, las asimetrías de información entre los pacientes, tratantes y aseguradoras obligan, en cierta medida, a una intervención del gobierno que asegure un trato universal en el tema de salud.
Después de haber analizado la universalidad del servicio de salud pública, es importante analizar el funcionamiento de este en base a los cuatro criterios estipulados que indican la calidad del servicio. Nuestro servicio de salud pública, según el criterio de equidad, responde a una política que supone el acceso a la salud para todas las personas, siendo decisión del usuario (según su poder adquisitivo), si decide tratarse en el sistema público o privado. En este aspecto, el porcentaje de personas que pertenecen al sistema de salud público alcanza el 66% y los que pertenecen a una Isappre llegan al 20% de la población, y el resto no posee o tiene otro tipo de aseguramiento[2]. Dentro de este universo, el sector privado produce una segmentación de la población según su costo esperado de la atención de salud, diferenciando entre mujeres en edad fértil, sexo y edad, lo que muestra un bajo grado de equidad entre los sistemas público privado. Además podemos mencionar según un estudio de Iniciativa Chilena de Equidad, que los riesgos de morir por una enfermedad catastrófica son más altos en las personas con menor nivel educacional, lo que indica, implícitamente, un grave problema de equidad en nuestro sistema de salud.
Según el criterio de calidad, podemos nombrar el plan maestro de salud que viene funcionando en Chile desde el año 2000, el plan AUGE, que responde a una necesidad de mejorar la equidad y calidad del servicio de salud entregado en nuestro país. El plan AUGE asegura un tratamiento de calidad en base a una lista de enfermedades estipuladas, siendo sus objetivos, el brindar estándares mínimos de calidad y mecanismos de control de costos. Esto nos muestra que la prioridad del gobierno no es entregar calidad en todo el sistema de salud, sino que priorizar el costo/efectividad con poca intención en desarrollar un sistema integral que suponga calidad en todo el ámbito de la salud.
Según el criterio de trato satisfactorio, podemos ver que gracias al plan AUGE, se mecanizaron las formas en cómo se debe tratar al paciente mediante el desarrollo de las Guías Clínicas[3], lo que en cierto grado mejoró el trato dado al paciente, además de entregar un mejor diagnostico para un posterior tratamiento de la enfermedad. A pesar de esto, la falta de infraestructura en el sistema de salud no permite dar un trato satisfactorio a todos los pacientes, siendo una falencia grave que debe ser solucionada.
Según el criterio de contención de costos, vemos que la cantidad de dinero que gasta el Estado en salud, es bastante alto, siendo su objetivo principal el costo/efectividad, por tanto que la importancia del plan no es mejorar el trato al paciente de manera integral sino que lo importante es tratar la mayor cantidad de pacientes en base a requerimientos mínimos de calidad.
En suma, podemos ver que el sistema de salud en Chile responde a una política pública interesante, en donde el plan AUGE juega un papel importante dentro del sistema. El desarrollo de este plan supone un gran avance en el tratamiento de diversos tipos de enfermedades (incluidas en el plan). Si bien, el sistema de salud responde de manera eficiente, vemos que deja de lado ciertos criterios que benefician el desarrollo integral del mismo sistema, disminuyendo su calidad en la atención y manteniendo cierto grado de inequidad dentro del mismo. Está claro que hemos avanzado hacia un mejor sistema de salud, pero lo importante es desarrollar un sistema integral y que no solo busque el costo/efectividad.

Rocío Cornejo Balbontín
Estudiante de Ingeniería Civil en Obras Civiles
Universidad de Santiago





[1] Timothy Lane-Steven Phillips, “Riesgo Moral ¿Alienta el financiamiento del FMI la imprudencia de prestatarios y prestamistas?”, Fondo Monetario Internacional, Washington (Marzo, 2002), pp. 1.
[2] Larragaña, O. Contreras,  “Las Nuevas Políticas de Protección Social en Chile”, Uqbar, (Marzo 2010), cap. 2 Reformas de Salud.
[3] Larragaña, O. Contreras,  “Las Nuevas Políticas de Protección Social en Chile”, Uqbar, (Marzo 2010), cap. 2 Reformas de Salud.